Y
lo lamentas porque el juego funciona muy bien, tiene una jugabilidad
muy depurada, perfecta, que han sabido transmitir entre entregas, y no
necesitaba de esos trucos. El juego es difícil, desquiciante en
ocasiones, pero nunca imposible. Necesitas muchos reflejos, tiempo y
buena coordinación de botones, pero siempre sabes que puedes hacerlo.
Que si has caído en un obstáculo es porque no has sido suficientemente
rápido, que te ha faltado previsión o que tus dedos se han hecho un lío.
Y aun así, incluso cuando ya quieras tirar la toalla, cuando estés
harto de un nivel, cuando estás hasta las narices porque siempre caes en
el mismo sitio una y otra vez y eso te obliga a repetir el nivel desde
el principio, harás un nuevo intento. No te importará que vayas por el
15 o el 30 (cosa que amablemente te informará el juego) porque querrás
“sólo un intento más”. Y así te pasarás horas.

Más, más, más
No
podemos criticarle nada en cuanto a la duración. El hecho de que
únicamente haya 27 niveles principales suena un poco descorazonador,
pero resulta menos traumático de lo que podría esperarse. A esos 27
niveles, repartidos entre tres mundos, hay que sumarles algún que otro
mundo oculto (sssh, es un secreto), los niveles imposibles (no hemos
conseguido superar ni uno) y el modo retro, que son 30 fases
adicionales. En anteriores entregas los niveles retro nos ofrecían
pequeñas pruebas basadas en anteriores generaciones. En esta ocasión
desbloquear un nivel retro significa desbloquear un nuevo mundo lleno de
niveles. Lo raro es que se ha optado por ofrecer un juego de
plataformas completamente tradicional, sin movimiento automático. Son
niveles muy cortos, pero de dificultad notable. Lo que más llama la
atención es que cuentan con un estilo artístico completamente diferente
al del resto del juego, basado en los antiguos dibujos de la época de
Hanna-Barbera. Rompe un poco el esquema de juego el cambiar a un
plataformas tradicional, pero la dificultad de vértigo sigue presente.
No
se queda ahí la cosa. Cada nivel normal cuenta con dos rutas
diferenciadas en las que podremos conseguir gemas con las que comprar
ropa y complementos para nuestros personajes. En otras rutas
alternativas nos encontraremos personajes que nos darán misiones
heroicas en las que nos pedirán buscar objetos en determinados niveles
para desbloquear nuevos personajes jugables. Todo esto se vuelve un poco
pesado porque nos obliga a hacer niveles una y otra vez con el fin de
recolectar objetos. Con lo grandes que son los niveles se puede hacer
tedioso recorrer medio nivel para desbloquear una misión, pero esto
forma parte de ese concepto de investigar el escenario que se ha querido
añadir. Además suelen aparecer al principio y, una vez conseguidos,
podemos salir del nivel y conservar el objeto, algo que no ocurre con
los lingotes o las gemas.
A pesar de todo este contenido, que no
deja al juego cojo ni mucho menos, echamos en falta que durante la
selección de nivel tengamos una tabla con las clasificaciones nuestros
amigos. Podemos consultar las clasificaciones online con el botón Y,
pero Runner2 lo hacía mucho más accesible.

Conclusiones
Runner3
sigue siendo el máximo exponente de su género. Pocos auto-runner se
toman tan en serio a sí mismos con una ambientación tan cuidada, tanto
contenido y con una jugabilidad tan a prueba de bombas. Repetirás los
niveles una y otra vez sabiendo que es culpa tuya y no del juego. No
obstante, más no siempre es mejor y quizás Commander Video tenga que
pararse un rato, dar un paso atrás, soltar lastre y volver a esa
sencillez inmaculada que lo hacía perfecto.
Puntuaciones
Gráficos: 8.0
Sonido: 8.0
Jugabilidad: 8.5
Duración: 9.0
Multijugador: 0.0
Historia: 7.0
TOTAL: 8.5
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