Pero empecemos por lo básico. Runner3 es un auto-runner en el
que nuestro personaje (de los once que hay disponibles, incluyendo la
versión jugable del Narrador) debe esquivar enemigos y obstáculos,
derribando alguno que otro por el camino, a la par que recoge lingotes
de oro por el escenario. Los comandos son muy sencillos: saltar,
agacharse y patada, pero en ningún momento controlamos la velocidad o
movimiento del personaje. Afortunadamente han desaparecido los
obstáculos giratorios de Runner2.

Con todos estos añadidos quizás
se haya perdido un poco la esencia de juego de ritmo que tuvo en sus
orígenes. Los principales elementos siguen ahí: música que va ganando
instrumentos a medida que aumentamos el multiplicador, ritmos musicales
al coger elementos, etc., pero pierde ese concepto original con el que
nació en el que prácticamente podías pasarte el juego sólo con el ritmo,
sin mirar a pantalla (no era del todo así, pero conseguía crear esa
fantasía). Ahora la música que surge de nuestras acciones parece más un
añadido extra, incluso algunos movimientos son mudos y otros se pierden,
no sabemos si por falta de ritmo o por fallos en el sonido.
Sigue
siendo perfecta su banda sonora, con temas electrónicos acompañados, en
ocasiones, de elementos vocales. En total más de una quincena que se
reutilizan a lo largo del juego y que comparten un estilo que puede ser
demasiado repetitivo, pero que siempre ofrece algo nuevo. Mención
especial a los diferentes efectos sonoros que nos acompañan en nuestra
aventura, como los lamentos, risas y demás ruidos inenarrables que nos
acompañarán. Aunque sin duda alguna la voz cantante la tiene Charles
Martinet, el Narrador, que es conocido por ser la voz de Super Mario y
que aquí tiene un papel tan importante como el propio Commander Video.
Quizás más, ya que ahora incluso él es un personaje jugable.
Ejercita esos dedos
Volviendo
a la jugabilidad, la inclusión de nuevos y mejores movimientos
(especialmente el doble salto) hace que se amplíen las situaciones que
ocurren en el juego, dando lugar a más variaciones y combinaciones. Pero
es precisamente ese doble salto el que rompe el carácter original de la
serie Runner. Con un moveset más limitado, ante un obstáculo siempre
sabías lo que había que hacer, sólo había una forma de superarlo. Un
nivel era como un código morse marcado a través de saltos,
deslizamientos y pausas. Ahora ante un obstáculo podrá ser un salto o
uno doble, lo que en ocasiones nos facilitará las cosas y en otras nos
hará dudar. Y son estas dudas las que no existían antes, sólo
necesitabas pericia y previsión.

Finalmente hay que comentar cómo
afecta la tercera dimensión al juego. Runner3 toma elementos que nos
han recordado mucho a las escenas de las vagonetas de DK Tropical Freeze
donde la cámara gira tomando como eje al personaje y aprovecha las 3D
para ofrecer situaciones nuevas. En esta nueva aventura de Commander
Video eso también ofrece un nuevo enfoque y funciona sorprendentemente
bien. Hay que lamentar algunas ocasiones, contadas, en las que la nueva
perspectiva entorpece la visión. Y lo mismo ocurre con algunos elementos
decorativos que tapan las plataformas o incluso obstáculos móviles o
que aparecen de la nada. Estos momentos son los menos, pero cuando
aparecen en esas contadísimas ocasiones, lamentas que los
desarrolladores hayan querido jugar a ser tramposos por un día.
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