Juego en la jungla
Esta entrega, que seguramente tendrá
secuela sin demasiada espera, recoge la jugabilidad clásica de las sagas
del mono. Pero lo hace recogiendo todo lo que hemos aprendido en los
últimos años, destacando especialmente elementos jugables de los New
Super Mario de sobremesa. Hay claras inspiraciones en este título, como
la recolección de elementos escondidos en lugares poco accesibles o la
aparición de partes del escenario ocultas tras elementos decorativos
(recurso también utilizado en Rayman Origins).

Pero Donkey Kong
Country Returns (3D) lo lleva a otro nivel y consigue apropiarse de
estos recursos, creando un todo creíble, homogéneo. A ello hay que
sumarle la increíble calidad en el diseño de los escenarios, donde cada
uno es una oda a la imaginación que ofrece elementos únicos. Esto
permite que cada fase tenga su propio elemento jugable que no veremos en
ninguna otra. Quienes no hayan jugado a la versión original descubrirán
cómo cada fase conseguirá sorprendernos más que la anterior, ofreciendo
situaciones nunca vistas con un nivel de diversión inigualable.
Retro
hizo una labor magnífica a la hora de plasmar los elementos
plataformeros más variados y divertidos consiguiendo que cada nivel sea
una sorpresa continua, pero sin permitir al jugador un descanso. Aunque
habrá instantes para el respiro, en cuanto nos introducimos en una frase
el ritmo será frenético y no podremos dejarlo hasta el final. Además se
recuperan las fases de bonus tan tradicionales de la saga, aunque nos
dejan con cierto regusto amargo al ser muy poco variadas.
Las dos
novedades más destacables son la inclusión de 8 niveles nuevos, que
serán de una dificultad mucho más elevada que los normales, y el nuevo
modo fácil. Dada la elevada (y placentera) dificultad del original,
Nintendo ha decidido añadir un modo más amigable para los jugadores más
inexpertos. En él dispondremos de más corazones y los globos verdes nos
permitirán salvar nuestras torpezas con el mando.

Hablando de
mandos, los controles son todos a través de botones, nada de control por
movimientos. Esto corrige la mayor crítica recibida por el original.
Aunque con el tiempo uno se iba acostumbrando, el control por
movimientos no era del todo cómodo para las pruebas contrarreloj. De ahí
que muchos jugadores desistieran de superar este modo. Ahora, con un
control tradicional, no hay excusa para que, quienes no terminaron el
juego en su momento, lo hagan ahora con todas las de la ley.
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