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El sonido no se queda rezagado. Tanto Péndulo como FX Planet nos tienen acostumbrados a dotar a sus productos de un doblaje de calidad, contando con los mejores profesionales del gremio. Y en un juego de fantasía, más alejado del toque realista de Runaway, es donde realmente queda patente la calidad del equipo. Los personajes, monstruos en su mayoría, cuentan con voces que encajan a la perfección con la personalidad de cada uno de ellos. En este caso destacamos el papel de Mar Bordallo como Liz Allaire, una voz que no sólo le viene como anillo al dedo, sino que ha sido capaz de captar la personalidad de la protagonista y convertirla en el personaje más carismático del juego.
Los clásicos nunca mueren
No hay demasiado que comentar sobre la jugabilidad de Hollywood Monsters 2 ya que mantiene el esquema de funcionamiento clásico de las aventuras gráficas point and click: el usuario debe de hacer clic en los elementos activos de la imagen para interactuar con el escenario y los personajes e ir resolviendo los puzles que se le plantean. Para ello deberá entablar conversación con los personajes e ir coleccionando objetos y combinarlos para hallar la solución a los problemas que se le plantean al protagonista.
No cabe duda alguna de que gran parte de las bases de las aventuras de Péndulo son el humor y la forma en que el juego no se toma en serio a sí mismo. A pesar de contar ya con 6 títulos a sus espaldas, el estudio ha sido capaz de reinventarse continuamente para crear nuevas bromas, situaciones y nuevos diálogos que sorprendan al jugador y le levanten una sonrisa o provoquen una carcajada. No sólo es importante el hecho de contar con una buena historia, sino lo hilarante de cada una de las situaciones, llegando a alcanzar cotas de un absurdo que, lejos de chirriar, hace aún más cómplice al jugador con lo que sucede en la pantalla. Y, si importante es el humor, también sigue habiendo un gran apartado para los detalles relacionados con la cultura pop. Los jugadores más frikies (sí, esos que podrían ser contratados por la mismísima MKO para alguna de sus superproducciones) encontrarán una infinidad de referencias a clásicos de la literatura, del cine, televisión y, cómo no, videojuegos. De esta forma será sencillo encontrar comentarios que deriven hacia un enésimo guiño a Monkey Island, a Spiderman, Harry Potter o incluso personajes basados en personas reales.
Volviendo al campo de la jugabilidad, una de las cosas que más nos llama la atención es la capacidad de Péndulo para integrar nuevas fórmulas que sirvan de ayuda al jugador para avanzar sin necesidad de recurrir a una guía externa (que se podrá descargar gratuitamente en formato .pdf al registrar el juego). En función del modo de dificultad seleccionado, los jugadores podrán optar a ayudas en las que el narrador les dará una pequeña pista sobre su siguiente paso o podrán tener una visión global de los puntos activos de la imagen con los que interactuar. En los niveles más altos no estarán accesibles ninguna de las dos opciones. Lo que sí está accesible, y además supone una novedad frente a anteriores aventuras, es el sistema de reorganización de objetivos. Para que el jugador no se pierda en la aventura siempre tendrá acceso a un esquema que resumirá con imágenes los objetivos del capítulo actual y los sucesos que los desencadenan. No es algo que se necesite usar de forma recurrente, pero sí que es útil cuando el narrador nos relata los hechos y necesitamos refrescar un poco la memoria tras varios intentos frustrados.
Algo huele a podrido en la MKO
Lamentablemente, aunque nuestra mente sea solidaria con las idas y venidas de Liz, no podemos pasar por alto los dos puntos más flojos de esta aventura que no aparecen en anteriores juegos de este estudio. La duración del juego se acerca a las 12 horas, incluyendo los tiempos muertos que te puedes pasar dando vueltas por el escenario (más de 15 kilómetros hemos llegado a recorrer en nuestra primera partida, pa que luego digan que no se hace ejercicio con esto de los videojuegos), lo que se nos antoja un periodo demasiado corto para una aventura de este tipo. Los juegos de la serie Runaway casi duplicaban esta cifra.
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