Una vez ahí dispondremos de todas las opciones de configuración y datos relativos de importancia referentes a la carrera, que cada piloto tiene en la realidad, pudiendo incluso consultar estrategias y configuraciones de vehículo con nuestro ingeniero, o ver a nuestro compañero de equipo. Como auténticos expertos podremos configurar al gusto nuestro coche, pudiendo escoger entre otras cosas aspectos tan importantes para el devenir de la carrera como la elección del neumático correcto, o bien apostar por la carga aerodinámica en vez de por la velocidad punta. Si logramos tocar la tecla justa significara sin duda una gran posición en carrera.
El nivel en este sentido llega a tales cotas que si somos mega-frikis de la F1, sin duda gozaremos como enanos, configurando el peso del vehículo, los alerones, la frenada, ruedas, la suspensión, etc. Un sinfín de detalles, estos bien a su vez detallados y explicados, que harán las delicias de todos estos buenos amantes de la conducción. Luego ya si nos decidimos a lanzarnos a la pista de carreras y llevamos el realismo al límite con todas las ayudas suprimidas y con la conducción ajustada a la configuración requerida para los pilotos de verdad, posiblemente os pasara como a mí que casi no podía superar ni la primera curva, muy divertido y real pero extremadamente difícil.
Ya configurados todos estos puntos al gusto y con una dificultad acorde a nuestro nivel disfrutaremos de estas trepidantes carreras como nunca. Si somos de los de dar un par de vueltas y para casa, comentaros que el mínimo de estas requerido dependiendo del circuito varia bastante. Siendo de 10 o 12 por circuito alguna que otra vez puede llegar a ser algo pesado y más si no estamos acostumbrados a tanta vuelta. La verdad es que este hecho tiene su lado bueno y malo, bueno si hemos cometido algún error al principio dejándonos la opción de poder remontar a base de vueltas en carrera, y malo si vamos todos confiados en cabeza y en la última vuelta nos adelantan por hacer el “gambas”. Sinceramente para mi gusto quizás hubiera optado por muchas menos vueltas para evitar el agobio y pesadez de tantos minutos seguidos delante de la pantalla, con su consiguiente cansancio.
Deciros que en esta ocasión (dependiendo del nivel de dificultad) los errores en pista se pagaran muy pero que muy caros. Es decir si nos tragamos y acortamos una curva o chicane o nos damos un golpe con un rival por un suponer, correremos el riesgo de ser penalizados en carrera o incluso a su conclusión con puestos y tiempos, pudiéndose anular incluso una vuelta lanzada por comernos una de estas curvas. Algo que no solo hace más tensa la conducción y realista sino que exigirá de nosotros un nivel de pilotaje más que correcto, en detrimento del típico pilotaje de adelantamiento por choque que muchos de nosotros realizamos entre nuestras maniobras de pilotaje más características.
Aunque siempre que la liemos podremos contar con estos ya típicos flashes, que muchos de los últimos juegos de carrera incorporan, que permiten trasladarse segundos en el tiempo atrás, posicionándonos justo antes de la pifia cometida y así subsanar el error. Está claro que si queremos evitar estos problemas con los demás pilotos nada mejor que salir en la Pole, aspecto que cobra más importancia aun si en los libres nuestro equipo ofrece una serie de mejoras por conseguir a modo de retos, tales como por ejemplo lograr un tiempo específico en “X” vueltas. Si logramos realizar estos retos con éxito nuestros ingenieros podrán contar con mejoras aerodinámicas y por el estilo que serán del todo útiles en cada carrera.
