Paul Jackson, el director general de la ELSPA (Entertainment and Leisure Software Publishers Association), la asociación de desarrolladoras británicas, y que hasta 2003 clasificó de manera voluntaria los videojuegos para el mercado británico, se ha mostrado sorprendido por el lenguaje empleado por la BBFC (el organismo de clasificación por edades británico) a la hora de anunciar la prohibición de publicar Manhunt 2 en el Reino Unido.
Jackson ha declarado que apoya el sistema de clasificación por edades, algo que considera "increíblemente responsable", pero eso no ha impedido que afirme que "me sorprendió el lenguaje que la BBFC usó al anunciar el problema, pero hablaremos con ellos por separado."
Paralelamente, se ha anunciado que el juego no saldrá tampoco en Irlanda, el país vecino, mientras que en el mercado estadounidense ha sido clasificado como "sólo para adultos", una calificación otorgada a muy pocos juegos.
En Irlanda ha sido el organismo IFCO (Irish Film Censor's Office) quien ha prohibido la comercialización el juego, como ha anunciado a través de su página web, acogiéndose al artículo que legitima la censura de productos con elevada violencia.
Por su parte, la BBFC se ha defendido de las acusaciones que señalaban que su decisión se ha debido a influencias políticas, negando estos términos, y temiendo también un revuelo y polémica similares a los que produjo el primer título, sobre todo cuando fue señalado como instigador del asesinato del adolescente Stefan Pakeerah al señalar los medios sensacionalistas que el asesino estaba obsesionado con el videojuego, dándose incluso un debate televisado entre los padres del fallecido y Roger Bennet, el entonces presidente de la ELSPA.
La BBFC ha alegado que es un organismo independiente tanto del gobierno como de la industria que no responde a presiones y que la decisión se ha debido únicamente a criterios propios.
Fuente: Vandal.net
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