No es fácil hoy en día, llegar al corazón del ser humano. O "quedarse" en el corazón del ser humano. Lo usual es pasar por la vida de los demás como anécdota, como historia repetida, en fin... pasar y no quedarse. Este sería para mí el gran dilema a la hora de escribir estas "cuatro letras".
Quiero quedarme en tu corazón, soñar que algún día, a la hora de evaluar tus momentos cruciales en la historia de tu vida, sientas y asientas que en algún lugar de tu historia particular se dio el pasaje de estas "cuatro letras".
No es fácil SER hoy en día, lo más fácil está en TENER, se puede tener casi todo, fama, pode
dinero, influencia, terrenos, mansiones, en fin... tú me entiendes, pero SER... esa es la gran suerte que hoy corremos los humanos, lograr configurar la condición de "seres" y no de "teneres" (palabra que creo que acabo de inventar; por lo tanto el significado sólo se ajustará al presente trabajo).
Cómo me encantaría ser una persona con interioridad. Ser una persona buscadora de la verdad, ser una persona fraterna, ser una persona solidaria y fíjate, te digo "ser" y no "tener" interioridad, búsqueda de la verdad, fraternidad, solidaridad... Mira, yo tengo un reloj, pero yo no soy un reloj. Yo tengo un carro, pero yo no soy un carro..., la gran tragedia humana viene en la confusión que sucede cuando en vez de "tener" un carro "somos un carro". ¡Qué tragedia!
Ser un hombre interior es caminar por dentro, conocer el corazón, los sentimientos, los valores, manejar y dominar las ilusiones, ser testigos en nuestro interior del Espíritu de Dios que "anida" en nuestras almas.
La interioridad nos lleva a la reflexión; por ello el hombre interior es un hombre reflexivo. De ahí la diferencia de ser y tener. Un vaso tiene agua y lo mismo que la tiene puede no tenerla, puede tener agua y puede tener otra cosa. Sin embargo, una fuente natural de agua es agua y sólo será fuente mientras sea agua, y si ésta se acaba deja de ser fuente.
Un hombre es interioridad, y si deja de ser interioridad deja de ser hombre. Un hombre es buscador de a verdad y si deja de buscar la verdad y sé ajusta a sus "cuatro verdades" que le sirven para ir sobreviviendo, deja de ser hombre.
Cuidado con esa frase de "soy así y no pienso cambiar; así me hicieron y a mis años no vas a venir a enseñarme lo que es la vida". ¡El hombre es un incansable buscador de la verdad...!