Ahora os ofreceré una terrorífica pero larga anecdóta, que más de uno no leerá, pero allá voy:
Fuimos a casa de un amigo a comer y a quedarnos allí toda la tarde, nosotros solos en su casa, ya que sus padres y su hermano se fueron a Toledo y volvían tarde. El caso es que jugamos unas tinieblas y luego llegaron las cinco y veinte o por ahí y mi amigo se tenía que marchar un momento porque había quedado y tenía que comprar. Tras marcharse nos quedamos tres amigos, contando conmigo. El caso es que estuvimos un rato jugando a tinieblas a pesar de que el amigo que se marchó (El que vivía en la casa) nos dijo que no lo hiciéramos. Cuando nos cansamos, subimos la persiana del salón y nos metimos en una habitación donde está la consola, el ordenador y una televisión. Estuvimos hablando y escuchando música un buen rato hasta que escuchamos un ruido, y uno de mis amigos baja la música. Llegamos a la conclusión de que los padres debían haber llegado. Uno de mis amigos abre la puerta para ver quién era, y descubro que el salón está muy oscuro, y entonces es cuando me pregunto, ¿Por qué no se ve nada si la persiana estaba subida? Me quedo mirando y descubro que no habían venido los padres, y aquí comienza el terror. Mi amigo cierra la puerta y comienza a hacer presión contra ella. Nos pensábamos que algún ladrón, o en el peor de los casos, un loco, se había colado en la casa y era el responsable de haber bajado la persiana. De repente empiezo a ponerme nervioso y pongo la tabla de planchar como barricada contra la puerta, pero el amigo que hacía presión me dijo que no hacía falta. El que estaba en el ordenador se armó con unos alicates y exigía que le dejáramos salir para descubrir si había alguien. No sé si llegamos a convencerle, o fué el hecho de que mi amigo no se apartó de la puerta, pero al final no salió. Abrí la ventana para calmar mi sensación de agobio, pero me dijero que la cerrara que hacía mucho frío, y así lo hice. Después encendí la televisión para relajarme, pero también me dijeron que la apagara, y así lo hice. Justo al instante de apagarla, sonó un fuerte ruido, el cuál me sobresaltó y también lo hizo con los demás allí presentes. Yo pensé que era la televisión, pero el amigo que estaba haciendo presión contra la puerta me dijo que venía del baño, y entonces ahí empecé a tener tanto miedo que las piernas me temblaban incluso, y esque el baño estaba justo al lado de la habitación en la que estábamos. El que estaba en el ordenador cogió el móvil y llamó al amigo que salió para decirle que viniera inmediatamente. Colgó, y el que hacía presión contra la puerta, cogió un vaso de cristal para apoyarlo en ella, y escuchar a través de él algún sonido proveniente del exterior de la habitación, ya que de esa forma con el vaso se escuchaban con mayor nitidez los sonidos. Tras poner la oreja todos menos yo, me tocó mi turno y llegué a la conclusión que llegó el amigo que ejercía presión contra la puerta; Se escuchaba un sonido que se repetía constantemente y parecían pasos. Acojonado más todavía, se escucha un fuerte golpe contra la puerta, e inmediatamente una voz al otro lado nos dice que abramos la puerta, y descubrimos que era el amigo propietario de la casa, que había venido lo más deprisa posible, ya que intuyó por el tono de vozde mi amigo hablando por el móvil, que se trataba de algo urgente. Le contamos toda la historia a mi amigo (Excepto que jugamos de nuevo a las tinieblas

) y yo deduje que debió ser nuestra imaginación o ruidos de los vecinos. Respecto a la oscuridad del salón era porque se había hecho de noche, ya que la persiana estaba subida como la dejamos. Luego tras el susto, bebí agua, recogimos y jugamos a las tinieblas, pero esta vez fué mucho mejor, ya que como era de noche no se veía nada de luz y era verdaderamente acojonante andar por toda la casa oscura, pero fue totalmente divertido.