esto lo hice una vez en el colegio, con unos chamos que no me caían...
- primero, haciendote el loco, le ofreces tu ayuda en cualquier asignación/tarea que ellos tengan que realizar. al principio puede costar ganarte su confianza. lo importante es hacerles creer que se están aprovechando de tí.
- segundo, cuando ya ellos crean que eres una especie de mini-esclavo por voluntad própia, espera a que te encarguen una asignación que resulta de gran importancia para ellos.
- tercero, no hagas nada. tenlos en ascuas con comentarios como "estoy en eso" o "pronto estará". si se ponen muy impacientes, pon cara de que perrito regañado y diles "te juro que pronto la tengo lista, sólo un poco más de tiempo". lo importante aquí es hacerle creer que tú eres el ser mas sumiso del planeta, de esta forma no sospecharán nada de tí.
- cuarto, ya cuando se acerque el plazo de entrega de lo que supuestamente tenías que hacer, evita a estas personas. cuando no puedas evitarlas más, y te pidan el trabajo, tu dices "¿que trabajo?".
esto podría terminar en violencia hacia tu persona, lo que es mucho mejor aún porque terminarás de hundir a estos fulanos haciendo creer a todo el mundo que son unos abusadores, violentos e irresponsables.
- finalmente, ellos seguro no entregarán nada (asegúrate que cuando se dén cuenta de lo que les hiciste, no quede tiempo para hacer el susodicho trabajo), y tu les habrás enseñado lo que es un verdadero juego de manipulación.
obviamente esto es algo que necesita mucha planificación y dotes de manipulación (los cuales tengo por ¿suerte?) para que todo funcione. debes jugar bien tus naipes, y si lo haces bien, al final habrás hecho un gran daño.
yo lo hice en el colegio, con una asignación muy importante de biología. por meses engatusé a esos desgraciados a que se unieran a mí en los trabajos de grupo, y yo siempre hacía las cosas yo solo. al final, ellos simplemente me dejaban hacer todo y ni se preocupaban. el trabajo final, que costaba un montón de puntos, les dije que yo lo hacía. pero en vez de hacerlo, le dije a mi profesora que prefería tomar un exámen escrito.
yo tomé mi examen y pasé, y ellos hasta el último momento creyeron que ya tenía listo el trabajo... cuando se dieron cuenta que no había hecho nada, ni entregado nada, era muy tarde...

Tristemente, el hombre ya no cuenta con Dios.
Ojalá que Dios cuente y siga contando con nosotros...