Jam Sessions

Nintendo DS
6.5
Jam Sessions 10 TodoJuegos
Publicado el 26-10-2007 a las 12:12 Página 1 de 3   >>   
Autor: "Mr. Mario" Fernández

Buen software ¿mal juego?

A veces las compañías se arriesgan. Es un hecho que los productos comercialmente arriesgados suelen tener una importante carga musical. En muchos casos se ha rozado el límite y no sabíamos bien si nos encontrábamos ante un videojuego o ante un software (como ocurre con Electroplankton en DS). Generalmente manejamos conceptos fascinantes con la ventaja de que nos divertimos investigándolos a ellos y a nosotros mismos. Jam Sessions tiene todas éstas características pero parece ser que ha pasado la, no tan delgada, línea que separa un juego de un programa. 

¿Qué es esto?
Se trata de un simulador de guitarra que aprovecha la interfaz y las funciones táctiles de la portátil de Nintendo. No hay retos, ni hay velocidad. Todo se simplifica a un sistema que da distintas posibilidades al jugador para que crear sus propios temas y copiar algunos famosos ya hechos. Es poco complejo y bastante intuitivo. La interfaz del título le hace asemejarse a programas informáticos de creación musical tan conocidos y usados como Guitar-Pro. Los menús son claros en cuanto a forma y contenido, y sin necesidad de tutoriales se deja al jugador toquetear todo lo que quiera.  Nos permite improvisar, e incluso si grabamos la salida de audio crear nuestras propias composiciones.

Ensayando
Contamos con distintos acordes, cuerdas y efectos sonoros digitales. Para empezar a tocar primero seleccionamos el acorde que deseemos en la cruceta y después rascamos la pantalla táctil. Voilá. Se hace el sonido y no un sonido cualquiera, sino uno que sorprende por su fidelidad y matices en comparación al de una guitarra. Debemos descubrir, repetir y seguir diferentes series de notas que nos permitirán desbloquear cuerdas de nuevos colores y sonidos para tocar en su modo de estilo libre, el principal.
El único minijuego que nos propone un reto se basa simplemente en repetir los acordes de canciones famosas (Bob Dylan, Avril Lavigne, Nirvana…). En este sentido está muy mal planteado puesto que debería exigirnos lograr el tempo correcto y no es así. Podemos tocar un tema que suene totalmente distinto al original que nos lo dará por válido si empleamos los mismos acordes. Empezando por estructuras básicas de acordes como C, E o G7. Con este “desafío” podremos desbloquear apariencias y cuerdas para el juego, e ir avanzando por los distintos niveles que propone. Es lo más parecido a un objetivo que tiene Jam Sessions. Por tanto, repetimos, se trata de un juego al estilo Electropankton, sin niveles, sin misiones, sólo para los meros entretenimiento y creación del propio jugador aunque por desgracia no rebosa tanta vida como el juego japonés.


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