Un mando que planta cara al pro controller de la propia Nintendo.
Performance Designed Products, conocida coloquialmente como PDP, es una de las marcas más reconocidas del mercado a nivel de accesorios licenciados para las distintas consolas y PC disponibles. Al ser licenciados, cuentan con los estándares de calidad que cada una de las marcas exige para sus productos. Por tanto, estás comprando calidad con una premisa clara siempre en PDP: que el precio sea lo más ajustado posible.
Esto es lo que ocurre con el mando que hemos analizado en esta ocasión, el Nintendo Switch Black Afterglow Wave Wireless Controller With Motion. Sí, su nombre es bastante amplio, pero lo reducimos: es el competidor del pro controller con luces y sensores de movimiento a un precio inferior a 60 euros.
Inalámbrico y con una buena carga de batería
Hablamos, por tanto, de un mando del cual podemos olvidarnos de los cables, ya que tiene una batería para unas 20 horas de uso incluso con los LED RGB, lo cual es un tiempo muy decente a tener en cuenta. Cuenta con una potencia decente a nivel wifi, pues hablamos de una distancia de 30 pies, lo que viene siendo unos 9 metros aproximadamente como tope de lo que podremos separarnos de nuestra Nintendo Switch mientras jugamos, algo que se ajusta a la realidad de cualquier salón doméstico.
Como os hablábamos antes, el mando tiene el nombre de Afterglow, ya que es la tecnología de PDP que trata sus tiras LED RGB con distintas configuraciones de fábrica. Afterglow se implementó por primera vez en los cascos de la marca, pero tras el éxito entre los fans decidieron dar el salto e incorporarlos en el resto de los productos de manera paulatina, ya que es algo que es tendencia actualmente si echamos una ojeada al mercado. El mando cuenta con 8 zonas LED y cuatro modos programables para que podamos tener ese tono colorido favorito.
El brillo es configurable gracias al uso del botón central y las combinaciones de los LB y RB de turno, siendo en este caso el ZB y ZR, ajustando de mayor a menor el brillo del mismo, lo que nos ayudará en la duración de la batería o porque simplemente nos moleste más por la noche. Las luces también pueden ser desactivadas: simplemente se decrementa el brillo hasta el mínimo y, de esta manera, podremos jugar en total oscuridad. Con el mismo botón de funciones y con el uso de la cruceta, podremos cambiar los 4 modos que hay disponibles del mando, como el modo onda, respiración… etc. Uno de esos modos, llamados por la casa “Stick”, es bastante curioso, pues reaccionan los LED con nuestro movimiento del mando, lo que hace un efecto muy chulo.
Aún no ha acabado lo bueno: tenemos botones programables
Cuando os comentamos que PDP ofrece una buena experiencia a precios contenidos, no se dice de manera “baladí”, pues, por si fuera poco, nos encontramos con dos botones traseros que son programables para, por ejemplo, hacer esa acción de recarga que nos facilite nuestra partida, cambio de marchas o cualquiera de nuestras personalizaciones preferidas.