Esto funciona de la siguiente manera: una vez más, recurrimos al botón de funciones y, mientras lo mantenemos, pulsaremos el botón trasero que queramos programar. Una vez hecho esto, tendremos que pulsar el botón del mando al que queremos asignar, por ejemplo, la B. De esta manera, tanto el botón original como el programado tendrán la misma acción asignada y, aunque esto os parezca algo que no se usa, que sepáis que en competición es algo muy usual.
Un mando cómodo para muchas horas de juego
Aunque aún no queda mucho por disfrutar con este nuevo mando de PDP, os podemos asegurar que su forma ergonómica nos ha resultado muy cómoda para el uso diario. Y esto es una de las cosas más importantes, quizás, del mando, pues junto con la consola es de lo que más exprimiremos a lo largo de nuestras interminables sesiones de juego.
El contenido de la caja es sencillo: nos encontraremos el mando y un cable USB-C de medio metro aproximadamente para que podamos cargarlo cerca de nuestra consola, pero no desde nuestro sofá. Parece que la intención no es tanto jugar con el mando conectado por cable (que se puede), pero el cable es demasiado corto y hubiera venido mejor que fuera algo más extenso para no tener que parar. Pero bueno, esto es algo que tiene fácil solución con la compra de cualquier cable USB-C que tenga la longitud que necesitamos.
Precio justo, experiencia notable
Justo para las navidades, tenemos al alcance de nuestra mano, y nunca mejor dicho, un buen mando que podemos regalar o autorregalarnos a un precio muy competitivo, ofreciendo todo lo que podemos esperar y más. Siendo licenciado, inalámbrico, con baterÃa de 20 horas, LED y botones programables, tiene poco que envidiar, y, si nos apuráis, nada en realidad a los de otras casas.
Con este PDP Afterglow Wireless de Nintendo Switch, os olvidaréis del mando Pro de la casa y daréis el salto a un mundo mucho más colorido.