|
Cuando Nioh viajó a la antigua China.
La irrupción de tÃtulos como Demons Souls o Dark Souls han sido sin lugar a dudas una de las más importantes desde hace años, una fórmula que con el tiempo se ha ido asentando y ganando seguidores lo que hace también que muchos estudios imiten su jugabilidad. Team Ninja es uno de esos estudios que se han ganado con derecho su reconocimiento gracias entre otros a la franquicia Ninja Gaiden y hace unos añitos decidió que era el turno de meterse en este tipo de jugabilidad con Nioh, un rotundo éxito que acabó derivando en Nioh 2 y ahora en este Wo Long: Fallen Dynasty que bebe en muchos aspectos de las dos propuestas mencionadas. Asà pues, vamos a meternos de lleno en esta extraña visión por parte del estudio de la Rebelión de los Turbantes Amarillos.
Una rebelión demoniaca
La historia de Wo Long: Fallen Dynasty gira entorno a la Rebelión de los Turbantes Amarillos, una revuelta campesina que estalló el año 184 y que si eres seguidor de los juegos de Koei Tecmo ya la conocerás pues siempre está presente en la franquicia Dynasty Warriors que gira en torno al Romance de los Tres Reinos. Asà pues, tomamos el papel de un mercenario en pleno estallido de esta rebelión que lejos de ser una rebelión normal y corriente hay algo mucho más oscuro y terrorÃfico detrás de ella pues parece que el enemigo está haciendo uso de extraños y siniestros poderes que no solo le dan un poder increÃble, también está transformando tanto a personas como otros seres en peligrosos demonios... ¿Pero son realmente ellos los que han decidido hacer todo esto o hay alguien detrás moviendo los hilos en buscar de un misterioso elixir?.
Alrededor de esta historia iremos conociendo a otras personalidades importantes del Romance de los Tres Reinos y que son conocidos por todos los que ya hemos jugado a la franquicia musou anteriormente descrita como son Lu Bei, Cao Cao... pero también otros que no serán tan amistosos con nuestro protagonista como Zhang Jiao entre otros.
El interminable CÃrculo de la Vida
La verdad es que cuando empecé a jugar este Wo Long: Fallen Dynasty lo hice con bastantes ganas, ya no solo por el hecho sobre el que estaba basado sino también por haber escuchado que el juego era ciertamente mucho más accesible que otras propuestas similares, que equivocado me tuvieron. Uno de los mayores problemas de Wo Long: Fallen Dynasty, y en muchos otros tÃtulos similares, es la curva de aprendizaje que se le pone al jugador y que no siempre es del todo agradable y es que si, todo empieza relativamente bien enseñándote las cuatro cosas básicas que vas a repetir una y otra vez durante las horas de dolor y sufrimiento a los mandos, pero pronto decide darte en la cara con la cruda realidad. Y esto lo digo a causa del primer jefe, un enemigo que por las últimas informaciones ha conseguido que una gran cantidad de jugadores decidan dejar a un lado esta propuesta ya que como luego descubres más adelante va a ser la tónica de otros tantos a lo largo de la aventura.
Asà pues, tenemos una clásica jugabilidad de corte soulslike que tanto se ha puesto de moda, o lo que es lo mismo un tÃtulo de acción en donde la dificultad es uno de sus mayores exponentes. En nuestro papel de mercenario que busca ponerles fin a los malvados planes del malo maloso de turno vamos a tener que hacer frente a una cantidad considerable de enemigos tanto humanos como demonios que nos las van a hacer pasar canutas en más de una ocasión, especialmente si se juntan varios. Este es uno de sus atractivos, algo que hace de este género algo especial y que a lo largo de todos estos años han conseguido más y más seguidores.
|
