¿Quieres trabajar en el campo, pero no quieres cansarte? ¡Este es tu juego!
Los simuladores de granja no son precisamente nuevos. Al principio de década, tras la peregrina idea de algún desarrollador (seguramente alemán) de tomarse en serio la popularidad de Farmville, comenzaron a salir todo tipo de juegos de simulación que resultaron ser ideales para streamers en Twitch, o gente que piensa que arreglar una barandilla virtual es más divertido que arrasar una base enemiga con tus zerglings. Esto es Farm Dynasty, el juego desarrollado por los indies UMEO Studios y publicado por una empresa afincada, por supuesto, en Alemania.
Un cambio de vida, en 3D
El juego comienza de una forma similar a Stardew Valley. En el título, nuestro protagonista, tras vivir en la ciudad, ha heredado una propiedad en el campo. Esta totalmente destrozada y semi en ruinas, pero con algo de tiempo, paciencia y dedicación, podremos repararla para dedicarnos a la vida rural. Para ello tendremos un primer tutorial en el que se nos enseñará a reparar nuestras propiedades, pudiendo después hacer el favor a nuestros vecinos, y así ir adquiriendo algo de dinero.
Una vez consigamos ese dinero, y terminemos de arreglar el tractor, lo suyo será hacernos con semillas, que plantaremos, haremos crecer y venderemos para conseguir más dinero, con el que por ejemplo conseguir gallinas, o vacas, que podremos utilizar para obtener huevos y leche, que venderemos, para poder conseguir mejor equipamiento para nuestros cultivos, o mejores establos para nuestros animales… en definitiva, un ciclo sin fin que nos dará de sí para multitud de horas y horas.
Destacaré como algo positivo que el juego que, aunque tiene un sistema de día y noche realista, si bien deja de ser “realista” en este sentido, no nos aplicará una penalización imposible de evitar por estar trabajando fuera de hora. De forma que, si queremos dejar ese granero reluciente, independientemente de la hora a la que terminemos, o no descansar hasta terminar de recolectar todo ese grano, seremos totalmente libres de hacerlo.
Un endgame algo flojo, no apropiado para overachievers
Si bien el juego al principio tiene montones de cosas por hacer, y nos sentiremos hasta algo abrumados por la cantidad de tareas a completar, el juego en sí no tiene un ritmo como tal ni nos obligará a realizar nada en un tiempo fijo. Como cabe esperar en este tipo de juegos, el ritmo es totalmente a nuestro gusto, pudiendo centrarnos en hacer todas las reparaciones de la casa sin límite, por ejemplo, a lo largo de toda una semana antes de siquiera tener que preocuparnos de tener que hacer nada más. Obviamente, llegará el momento en el que nos empecemos a quedar sin dinero, pero resulta realmente complicado quedarse bloqueado en el juego… siempre tendremos la opción de ayudar a un vecino para hacernos con algo de cash con el que poder invertir en soluciones de lo más rentables para nuestra granja.
No obstante, acabé topándome con un problemilla en el juego. Y es que conforme se avanza en el título, se empiezan a ver cosas que no tienen demasiado sentido, como maquinaria realmente cara que no termina de mejorar nuestro ritmo de recolección, o el sistema más “roto” del juego… la contratación de ayudantes para realizar todas las tareas de siega o recolección de huevos y demás productos animales, dándonos un flujo constante de entrada de dinero. Una vez llegado este punto, poco queda que hacer en el juego aparte de seguir expandiéndose, para seguir ampliando nuestras capacidades y ser capaces de generar aún más dinero haciendo lo mínimo posible. Aunque esta claro que el juego no se diseño con estas intenciones, por supuesto.
