Ni-Oh 2

Más y mejor, encontrando su propio camino.

Cuando Nioh salió hace ya tres años, quedó claro que el Team Ninja había dado con una forma de clonar el Dark Souls de Miyazaki, pero añadiendo su propio toque de dificultad y control claramente aprendido de Ninja Gaiden. Lo malo, es que siendo sinceros, aparte de la dificultad, control y la ambientación, el juego no se quitaba encima la etiqueta de ser "una copia de". Tras dedicarle un buen montón de horas a esta segunda parte, al fin creo que Team Ninja está encontrando su propia forma de hacer este tipo de juegos. Así que creo que va siendo hora de que empecemos a llamar al género de otra forma para hacerle justicia...

Volver atrás para avanzar

Estamos en Japón en plena era Sengoku, un periodo de guerra civil, samuráis sin honor y señores de guerra despiadados. Con este telón de fondo, crearemos a nuestro personaje utilizando un completísimo y preciosísimo editor y comenzaremos nuestras andanzas. No crearemos a un cualquiera... nuestro protagonista, el apodado "Hide", es una persona que fue en su día poseída por un yokai, un demonio de la mitología japonesa. Tras una infancia dura, ha sobrevivido como ha podido, hasta verse envuelto entre las llamas de una guerra sobrenatural que amenazan con asolar todo el Japón. En nuestros viajes, nos encontraremos con Kinoshita Tokichiro, también conocido como Hideyoshi Toyotomi, si conocéis algo de historia, quien quiere aprovechar el conflicto para hacer algo de negocio comerciando con amrita, la piedra preciosa que sirve las veces de experiencia en el anterior y en  el actual juego.

El juego de esta manera se niega desde un primer momento a tener una estructura de mundo abierto o interconectado entre sí, componiéndose siempre de varias misiones, no siempre obligatorias, con sus objetivos claros y localizaciones concretas. Conforme avancemos, nos encontraremos con más personajes con sus propias motivaciones, como el cazador de demonios Mumyo, o el misterioso Kashin Koji, una entidad que parece habernos seguido desde nuestra más tierna infancia.

Combates frenéticos y sin parangón

Hablando del juego en sí, el título mantiene aquellas características que ya lo diferenciaban en su momento, como la gran variedad de armas clásicas niponas, las diferentes posturas de ataque que hacen variar el daño que incidimos y recibimos, los templos de Kodama, el ir encontrándonos con los cadáveres de otros jugadores para batirnos en duelo con ellos... así que si ya sois conocedores de la primera parte, hablemos directamente de las sutiles, pero grandes novedades del título.