Atelier Lulua: The Scion of Arland

Nuevas aventuras en un lugar muy conocido.

Los fans de los JRPG monos estamos de enhorabuena, ya que el caudal de juegos basados en la saga Atelier permanece imparable en nuestro país. Tras recibir la trilogía Misteriosa en su totalidad, y el spin-off de Nelke, en esta ocasión volvemos a los parajes de Arland, que quizá os suene de los tiempos de PS3 y de la ya extinta PS Vita. Hace ya casi una década de las aventuras de Rorona, Totori  y Meruru en estas mismas tierras, y volvemos a ella de una forma muy especial, ya que Lulua, nuestra nueva protagonista, es la hija de una de ellas. ¡Allá vamos!

Tradición familiar

Atelier Lulua: The Scion of Arland nos presenta a Elmerulia Frixell, o Lulua para los amigos, hija de Rorona, que vive en Arklys, un pequeño pueblo en la frontera de la república de Arland. Si bien os podéis imaginar que de tal palo, tal astilla, os sorprenderá saber que si bien la admiración de Lulua hacia su madre es perenne y notable, no es su maestra, siendo realmente la aprendiz de otro personaje, la alquimista Piana. Si, esa Piana, la antigua aprendiz de Totori. Os podéis imaginar que estando el juego ambientado varios años tras la finalización de Atelier Meruru, y compartiendo mundo y país, la cantidad de referencias que los jugones que no faltamos entonces a la cita serán numerosas, y bien recibidas.

Pero dejando de lado la nostalgia, la cuestión es que si bien Lulua progresa adecuadamente en sus estudios, un día, de paseo con su amiga Eva, se topan con un libro, el Alchemyriddle. Este libro es muy particular, ya que mientras que parece contener todo tipo de información y recetas de alquimia para Lulua, el resto de la gente es incapaz de leer sus páginas, pareciendo sólo un tomo en blanco para ellos. Con este misterio entre manos, Lulua comienza a buscar el sentido a este libro mágico, cumpliendo sus designios conforme van apareciendo en el libro, ofreciéndonos una nueva experiencia a la vez que volvemos a visitar, y a recordar, tantos lugares y personajes de la trilogía de Arland.

No obstante, hay un detalle que me ha motivado excepcionalmente a jugar, y que sin embargo, una vez se ha resuelto... reconozco que me he sentido defraudado. Os podéis imaginar que mi gran pregunta era la que más de un fan tiene al oír hablar de este juego. Si Elmerulia es hija de Rorolina... ¿quién es el padre? No os desvelaré la sorpresa, pero sí que os diré que malditos sean los japoneses y su forma de pensar. Hubiera sido fantástico que la resolución hubiera ido por otro camino, dando un buen cierre a la trilogía de Arland.

Un cambio radical

Por lo general, si no conocéis la saga Atelier, ésta se puede resumir en tres grandes conceptos. El título es un juego de rol japonés, con sus correspondientes combates por turnos aleatorios y particularidades en el juego, que se basa en un mundo de fantasía entre amable y ñoño, y siempre tendremos que cumplir algún objetivo antes de que se nos acabe el tiempo, siendo fundamental que aprendamos a manejarnos de la forma más eficiente posible. Pues bien... Atelier Lulua se carga uno de estos conceptos, el de la gestión de tiempo.