Dead Island: Riptide

Si Banoi nos pareció un infierno, Palanai será aún peor.

En 2011 uno de los juegos con más éxito fue Dead Island. Tuvo una buena acogida por parte de los jugadores aunque el título a nivel técnico no era todo lo que se espera de él y menos tras los vídeos que Techland había estado mostrando, aún así había que disfrutarlo. La mezca de acción, elementos de rol y sobre todo zombis era un cóctel que tenía que volver a prepararse. Teniendo una base principal, llega Riptide, una secuela directa en la cual seguiremos disfrutando de todo aquello que nos gustó pero de una manera mejorada y con nuevos elementos para que la experiencia sea más enriquecedora. Tras año y medio aproximadamente, habiendo escuchado a los jugadores, estamos ante una nueva aventura de supervivencia.

La historia se repite

Parecía que todo había terminado, pero no es así. Comenzaremos poco después a los acontecimientos ocurridos en la isla de Banoi. Vamos en un barco que es sorprendido por una tormenta, como es habitual en estos casos un hecho inexperado sucede. La tripulación del buque se ha visto infectada por el virus del cual estaban huyendo nuestros protagonistas. Además ahora es mucho más agresivo y la mutación que sufren los humanos que entran en contacto con él es peor. De nuevo vamos a parar a otra isla tropical, esta vez Palanai. Esta también está en peligro ya que el gobierno tomará la medida drástica de bombardearla para evitar que la plaga se extienda, independientemente de quien se encuentre en ella. Lograremos sobrevivir entre tanto muerto viviente, y lo más importante, escapar a tiempo.

Una nueva isla por explorar

Nada más comenzar deberemos escoger a qué personaje guiaremos en nuestra aventura. De hecho serán los mismos cuatro protagonistas de Dead Island con la incorporación de uno nuevo. Para refrescarte un poco la memoria te los recordamos. El primero es Logan, un exjugador de fútbol americano cuya posición era quarterback mucha resistencia al fuego e intoxicaciones con gran habilidad para armas arrojadizas. Purna era detective del cuerpo de policía de Sidney por lo que le proporciona un excelente manejo con armas de fuego. Sam B el rapero cuya estrella se ha ido apagando poco a poco, posee una fuerza descomunal y destreza con los objetos contundentes. Xian, asiática y no podía ser de otra manera que experta en armas afiladas, tiene una rápida recuperación y sólo conocemos que es huérfana. Por último tenemos a John Morgan, el novato, pertenece a las fuerzas armadas australianas con altos conocimientos del combate cuerpo a cuerpo.

Una vez hechas las presentaciones, todos aquellos jugadores que disfrutaron de la primera entregan y quieren aprovechar todos los progresos allí cosechados, tienen la posibilidad de importarse el personaje conservando su nivel y características desbloqueadas, pero las armas no y otros objetos no. De hecho tendremos que tener en cuenta qué personaje escoger o que mejor se adapte a nuestro estilo de juego. Recomendamos que pruebes todos, salvo si vienes del título original que los conocerás bien. Todas las características se irán mejorando según subamos de nivel, la manera de conseguirlo será realizando misiones principales, secundarias, otras que están activas constantemente o eliminando amenazas. Tendremos que tener en cuenta nuestra salud, si estamos en estado crítico se restaurará levemente, y la barra de energía la cual se consumo con cada golpe o sprint que realicemos.

Otros elementos como la furia siguen presentes. El indicador se irá llenando poco a poco según acabemos con enemigos y cuando la liberemos dispondremos de una habilidad especial durante unos segundos que nos convertirá en seres letales, además de conseguir bonificación de puntos de experiencia. Sobre las armas, al igual que en Dead Island, éstas tienen una determinada duración y dureza, con el uso se terminarán rompiendo o dejando de ser efectivas. En el segundo caso podremos repararla o incluso mejorarla. Este sistema se ha mantenido, mediante mesas de trabajo se podrán arreglar o si tenemos unos planos determinados modificarlas para que sean más mortíferas.