Parece mentira, gracias a la maldita pandemia que vivimos, pero han pasado ya tres años desde el lanzamiento de Jurassic World: Evolution, un tÃtulo que nos invitaba a explorar algo tan fantástico como es la franquicia cinematográfica de Jurassic Park desde un punto de vista totalmente inesperado pero, aun asÃ, tremendamente coherente… la propia gestión del parque. Hoy, Frontier Developments saca al mercado esta nueva secuela que, como mÃnimo, promete darnos más que la vez anterior, y de mejor manera. Veamos que tal.
Cuando echo la mirada atrás, a ese primer Jurassic World: Evolution, lo que recuerdo es un juego muy parecido a Theme Park, una especie de fusión entre Planet Coaster y Planet Zoo, si bien mucho más accesible, pero que desarrollaba de una forma totalmente seria la cuestión de cómo serÃa gestionar un parque de atracciones en el que hubiera dinosaurios, teniendo que atender tanto a los aspectos económicos del parque, como al de conservación de las especies, como a la investigación para encontrar nuevos cruces de animales, o tratarles de forma adecuada. Una de las cosas que más recuerdo es, justamente, la relativa poca cantidad de contenido para un solo jugador, con una campaña relativamente breve, y un juego en general que bien se hubiera valido de una expansión en el medio plazo, como acostumbraban los juegos de principios de milenio.