La familia, el honor y la sangre que mancha la tierra siciliana.
La palabra "Mafia" evoca un imaginario poderoso, casi mitol贸gico, forjado a base de cine, literatura y leyendas susurradas. Es un mundo de lealtad inquebrantable y traici贸n despiadada, de c贸digos de honor escritos con sangre y de lazos familiares que son a la vez un refugio y una jaula. La saga de 2K siempre ha entendido este poder, priorizando la inmersi贸n narrativa por encima de la libertad vac铆a. Y ahora, con un movimiento tan arriesgado como necesario, Hangar 13 nos lleva al origen de todo. Mafia: The Old Country no es una secuela ni una precuela al uso; es una peregrinaci贸n a la cuna del crimen organizado, a la brutal y bell铆sima Sicilia de principios del siglo XX. El resultado no es solo un videojuego; es un drama interactivo de una intensidad sobrecogedora, una obra que trasciende su medio y se sienta, sin pedir permiso, en la mesa de los grandes relatos de g谩nsteres.
El honor se forja en la miseria
En el coraz贸n de esta tormenta de violencia y tradici贸n se encuentra Enzo Favara, un personaje cuya construcci贸n es el primer gran triunfo del juego. Es un producto de la miseria m谩s absoluta, un joven cuya infancia ha transcurrido entre el polvo de las minas de azufre y la tiran铆a de los terratenientes. Su motivaci贸n no es el poder, es la desesperaci贸n. La familia criminal Torrisi, liderada por el enigm谩tico y paternalista Don Franco, no se le presenta como una opci贸n, sino como la 煤nica salvaci贸n posible. La narrativa de The Old Country se estructura a lo largo de 15 extensos cap铆tulos, un viaje de d茅cadas cocinado a fuego lento, que nos muestra la progresi贸n de nuestro personaje desde la nada m谩s absoluta hasta convertirse en un hombre de honor. Un guion de una madurez excepcional que explora temas complejos y se asegura de que sintamos el peso de la sangre en nuestras manos.
La ley de la navaja y la p贸lvora
Para reflejar la brutalidad de la 茅poca, Hangar 13 ha redise帽ado por completo el sistema de combate. El sigilo y el cuerpo a cuerpo son una necesidad, con duelos a navaja tensos y viscerales. El gunplay es deliberadamente pesado y contundente, y la lupara, la ic贸nica escopeta recortada siciliana, es una sentencia de muerte. Fiel a su ADN, The Old Country no es un sandbox al uso, sino una aventura lineal donde el mundo es un espectacular escenario para la historia, y donde moverse a pie, a caballo o en los toscos autom贸viles de la 茅poca es parte fundamental de la inmersi贸n. La esencia reside en su habilidad para entrelazar distintos estilos de juego, ofreciendo una experiencia din谩mica que se adapta a las cambiantes exigencias de su mundo hostil.
Galopar a trav茅s de los vastos paisajes de la frontera es mucho m谩s que un simple medio de transporte; es una extensi贸n fundamental de la jugabilidad y la inmersi贸n. El manejo de los caballos es sensible y gratificante. La habilidad para sortear obst谩culos, esprintar a trav茅s de llanuras y escalar pendientes empinadas convierte la exploraci贸n en una experiencia activa. La destreza a caballo se traslada directamente al combate. Desenfundar tu rev贸lver mientras galopas para apuntar a enemigos a pie o a otros jinetes.
Aunque los caballos son el pilar, hay momentos puntuales en los que se pilotan otros veh铆culos, ofreciendo misiones 煤nicas y cambios de ritmo. En misiones de convoy o transporte, gestionar el camino, la velocidad y la resistencia del veh铆culo, sin extremar las precauciones para no ser herido o derrotado. Habr谩 momentos que deber谩s defenderte, a帽adiendo un desaf铆o multitarea. Los giros bruscos o los choques pueden da帽ar la carreta o a sus ocupantes. Algo similar sucede cuando debamos disputar una carrera para dejar en lo m谩s alto a la familia, un m铆nimo error y todo se ir谩 por al garete, la conducci贸n no es mala y se deja llevar en l铆neas generales bien.
