El regreso del acero samurái contra la oscuridad demoníaca.
Esta era una de las citas que tenía con Capcom que junto con Resident Evil más me llamaba la atención porque la serie Onimusha tiene algo curioso y es que los distintos juegos que han salido no están conectados con la historia entre sí, de hecho, este nuevo Way of the Sword no es una continuación de ninguno de los que ha habido hasta ahora. Por lo que vamos a contaros algo más de la historia de este título antes de entrar en nuestras impresiones.
Nuestro personaje principal se llama Miyamoto Musashi, estamos en un Kyoto corrompido por unas nubes demoníacas llamadas Malice. Nuestro personaje es un legendario espadachín y para más hinri contamos con un gadget especial el Oni Gauntlet que nos ayudará a absorber las almas de nuestros enemigos. Con este ligero contexto comenzamos nuestra aventura.
Comenzamos nuestras andaduras por el exterior de nuestro objetivo
Los primeros compases de nuestro gameplay son por los exteriores del objetivo al que tenemos que llegar. La curva de aprendizaje comienza con unos primeros enemigos, simples con los que nos habituaremos al sistema de combate y los distintos métodos que tenemos de atacar, ya sea con ataques rápidos o ataques más lentos a dos manos. Durante estos primeros compases debemos aprender a atacar, esquivar y cosa importante a bloquear pues más adelante veréis que es muy importante para que no acaben con nosotros.
Estos primeros pasos hacen que nos invada buenas sensaciones, primero el juego está totalmente doblado al castellano y eso saliendo en 2026. La ambientación está muy chula y los combates son exigentes pero dinámicos. Y ya comenzamos a atisbar un efecto que me gusta mucho y es el bloqueo de espadas con algo tan realista como que, al rozar metal con metal, se calienta y saltan chispas.
Acabamos con la primera parte de los enemigos y llegamos al patio
Aquí la cosa comienza a ponerse seria, los enemigos ya no vienen de uno en uno, sino que se agrupan por lo que entra en juego otra dinámica, tenemos que esquivar mucho y tener muy claro cuando atacar y a quien. Vemos los primeros enemigos ya subidos de vueltas que nos va a requerir más atención pues cada uno de sus golpes nos deja tiritando y para más inri tenemos a arqueros que hasta que nos acercamos, nos asedian con sus flechas. En este punto y aunque más lento, tuve la sensación de estar en mi querido “Las Dos Torres” por tanto muy buenas sensaciones.
Pero al final del camino nos espera una sorpresa final
Tras pasar por todos estos enemigos y unas cuantas cinemáticas que no consigo encajar aun en la historia, llego a un patio donde nos atacará un enemigo por sorpresa. Parece que nuestro protagonista lo conoce y este tiene una Oni Gauntlet igual que nosotros así que la cosa se pone tensa. Os voy a ser muy sincero, hasta que conseguí vencerlo necesité morir al menos 5 veces porque tienes que habituarte que Onimusha no es atacar y atacar sin parar sino pensar cuando hacerlo, cuando bloquear y amaestrar eso es la clave para vencer a un enemigo que, de un golpe, te tira al suelo y hasta lo rompe.
|