Donde el juego si que destaca es a la hora de ofrecer mecánicas
orientadas hacia retener a los jugadores mucho tiempo frente a la
pantalla. Por supuesto, el juego tiene sus niveles, con los que
ganaremos una moneda virtual que después podremos utilizar para obtener
elementos cosméticos para nuestro vehículo o conductor preferido.
También tendremos la opción de pagar dinero real para conseguir
directamente los “mejores” cosméticos de cada personaje, o para
desbloquear los niveles de una especie de modo “historia” que incorpora
el juego. Mecánicas de free to play que no me terminan de encajar en un
juego que supuestamente cuesta dinero.

Mucha locura y diversidad por bandera
A
nivel gráfico, Destruction All-Stars es un juego muy de este tiempo,
claramente diseñado por un grupo de gente a los que le dijeron que no
les dejarían salir de la sala de reuniones hasta no tener un elenco de
personajes lo suficientemente “diverso” y “moderno”. Tomando una clara
predilección por el estilo cartoon de Fornite, todo en el juego luce y
brilla con luces de neón propias, ofreciendo un espectáculo a medio
camino entre la ciencia ficción ochentera y la moda urbana actual. En
cuestión de rendimiento, el equipo parece haber hecho un esfuerzo
especial para que el título funcione a 60 frames por segundo, un
objetivo que se daba por hecho para esta nueva generación de consolas,
pero que parece ser una promesa cada vez más incómoda conforme vamos
dando los primeros pasos de nuestras PS5. De vez en cuando nos toparemos
con algún que otro bajón de frames, aunque no demasiado notable y
seguramente subsanable en un futuro parche, al deberse a momentos
concretos en mitad del juego que seguramente saturen el procesador de la
consola.
Conclusiones
Destruction All-Stars es demasiado
genérico para mi gusto, un título que merece ciertas críticas que no
todos comprenderán por qué es necesario hacérselas, porque su gran
ventaja suele desactivar cualquier capacidad de crítica por parte de la
mayoría de la gente: el juego es gratuito. Y encima, ¡lo es mientras
pagues el servicio que has de pagar si quieres poder jugarlo online! Es
un plan infalible. Pero no puedo evitar darme cuenta de que estoy ante
una versión venida a menos de un concepto tan genial como Twisted Metal o
Carmageddon, sólo que sacar un juego de este tipo hoy en día con armas,
sangre o violencia no parece que sea lo más correcto. Demonios, si al
final el juego va de atropellar gente, y sólo nos enteraremos de que
hemos arrollado a alguien por un indicador kitsch que aparecerá en mitad
de la pantalla, no tendremos más indicadores.
Esto por sí sólo
no justificaría hablar mal del título, pero el sistema de progresión. El
hecho de tener una tienda de dinero real en el juego. Que para
desbloquear los niveles del modo historia tengas que pagar por cada
personaje, encima, una cantidad que es superior a la mínima cantidad de
moneda falsa que se puede comprar y que no es múltiplo de ninguna de las
que se ofrecen, provocando ese “efecto cabina de teléfono” por el que,
si queremos hacer uso de ella, sabemos que el contenido no nos va a
costar 6€… nos costará los 10€ de tener que comprar dos veces el pack
mínimo, y esos 4€ de diferencia se quedarán en el limbo.
 Son
pequeños detalles que, sumados, hacen un gran montón por el cual
preocuparse por el futuro del servicio de juegos de PlayStation Plus.
Fall Guys o Worms son juegos dados anteriormente en el plus plagados de
micropagos, si bien no bloqueaban ningún modo de juego, como sí hace
este. ¿Esto es lo que nos espera en el servicio? ¿Demos glorificadas que
esperan sacarnos la pasta en primer lugar con la compra del juego, y la
pasta en segundo lugar desbloqueando el resto de contenidos que incluye
el título? Buf. Me niego a aceptarlo, y espero equivocarme.
Puntuaciones
Gráficos: 8.0
Sonido: 6.0
Jugabilidad: 3.5
Duración: 5.0
Multijugador: 5.0
Historia: 3.0
TOTAL: 6.0
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