Uno de los motivos por los que Team17 decidió unirse al
desarrollo de la secuela fue para poder aportar sus conocimientos en el
tema online. Gracias a esto podremos disfrutar Overcooked 2 incluso
estando solos en nuestra casa. Podremos jugar cooperativo con gente de
cualquier lugar del mundo e incluso con más de un jugador en una misma
consola. Hay dos modos multujugador, que son los mismos en local y
online. Uno es el modo Arcade donde haremos las mismas misiones que en
el modo historia. No podremos elegir niveles, sino que tendremos que
elegir mundos y se determinarán al azar. No termina de gustarnos mucho,
sobretodo porque quizás haya jugadores en solitario que necesiten
pasarse una fase determinada para la que necesiten la ayuda de otros
jugadores a través de la red. Pero entendemos que ponerse de acuerdo
sería demasiado complicado dado a las escasas opciones de comunicación.
El
otro modo es el Duelo, en el que de dos a cuatro chefs competirán en
dos bandos por ver quién es el que mejor se desenvuelve en la cocina.
Son cocinas específicas para este modo, muy delimitadas y en las que los
jugadores no interfieren entre sí (salvo los dos que están en el mismo
equipo). Cada uno es dueño de su parcela. Este modo, exclusivo del
multijugador, es tanto o más divertido que el normal, al menos de cara a
jugarlo online.
Lío en los fogones
Overcooked no es un
juego fácil. Es muy divertido, pero en ocasiones frustrante. Y sacará lo
peor de ti. No será raro que los jugadores acaben gritándose en el
salón porque a uno se le está quemando el arroz y el otro no termina de
pasarle las nubes picadas con las que decorar el chocolate caliente.
Overcooked
2 es algo menos exigente que el primero. Quizás tiene una curva de
aprendizaje algo menos suave, pero los límites de tiempo y puntuación no
están tan ajustados. Aún así, es un juego al que hay que aprender,
nivel a nivel. Aunque la experiencia adquirida en un nivel siempre nos
va a servir de apoyo para las siguientes fases, cada una de ellas
necesita que empecemos de cero. La disposición de la cocina, los
elementos móviles, las recetas, los ingredientes… cada nuevo nivel es
una nueva coreografía que hay que saberse al dedillo para aprovechar
cada segundo y conseguir mejores puntuaciones.
Esto se nota, y
para mal, en el modo online. Si decides meterte en el modo online antes
de terminar el modo historia te encontrarás con recetas y cocinas que
nunca habías visto. Andarás como pollo sin cabeza. Además, la ausencia
de comunicación entre jugadores hace que cada uno termine yendo a su
bola y que las cosas se vayan haciendo como buenamente se puede. Pero si
los jugadores tienen paciencia y deciden seguir jugando juntos, veremos
claramente la progresión. Cada uno se irá especializado en determinadas
tareas y todos jugarán de manera mucho más coordinada.
Es mucho
más fácil organizarse en el salón, a pesar de que todo empezará siendo
un caos igualmente. Esa falta de chat de voz es un problema, pero… no
creo que fuera a solucionar nada cuatro personas de diferentes idiomas
gritándose por el micro.
Por todo eso, la nueva inclusión del
Modo Práctica en la última actualización es todo un acierto para quienes
quieran entrenar sin restricciones antes del servicio. En este modo no
habrá tiempo límite para servir las comandas ni habrá un reloj de cuenta
atrás. Cocinarás con total libertad y, lo más importante, calma.
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