Makis Adventure

PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch, PlayStation5, Xbox Series, Switch 2
6.1
Makis Adventure 10 TodoJuegos
Publicado el 05-12-2025 a las 23:44
Autor: Juan Ramón "juanramonh" Herrera

Afilando la guadaña en tierra y los dientes en el mar.

¿Te has preguntado alguna vez qué pasaría si mezcláramos un plataformas clásico con la furia de un escualo? Pues deja de imaginar, porque Makis Adventure, distribuido por Eastasiasoft y parido por el desarrollador en solitario Zoroarts (Mateo Covic), viene a responder esa pregunta. Estamos ante una propuesta ambiciosa que intenta casar el pixel art 2D con un mundo abierto en 3D. ¿El resultado? Un cóctel de ideas frescas con un regusto a "juego indie de autor" que a veces entra bien y otras se atraganta un poco.

Guadañas en tierra, colmillos en el mar

La premisa jugable es su mayor gancho: controlas a Maki, un chaval que puede transformarse en tiburón al tocar el agua. El juego divide su estructura en dos partes muy diferenciadas. Por un lado, tenemos el mundo central en 3D, donde navegamos con un barco para viajar entre islas. Es una idea genial sobre el papel, pero siendo honestos, se siente un poco vacío y sirve más de nexo que de juego real.

La "chicha" está en las mazmorras en 2D. Aquí es donde el juego brilla y muestra sus cartas. El plataformeo es ágil, con dash y saltos en pared, pero la gestión del combate cambia según tu forma. Cuando vas a pie como Maki, tu herramienta de trabajo es una guadaña. No esperes una variedad de enemigos abrumadora: te vas a topar con los clásicos murciélagos, esqueletos y algún gólem más resistente que te pedirá una buena serie de golpes para caer.

Pero la magia ocurre en el agua. Tienes 3 formas de tiburón distintas para desbloquear y alternar: el tiburón de arrecife (equilibrado), el martillo (fuerza bruta para romper obstáculos) y el mako (velocidad pura), que añaden esa capa de estrategia para avanzar. Además, si el modo historia te sabe a poco, hay contenido extra para estirar el chicle: un 'Boss Rush' para encadenar a todos los jefes sin descanso, y un 'Racing Mode' con tres carreras contrarreloj (una por escenario) donde tendrás que ir del punto A al B a toda pastilla usando todas tus habilidades de movimiento.


Para que no todo sea dar espadazos sin sentido, durante la aventura encontraremos tiendas. Aquí toca gastar lo ganado para comprar pociones de salud o mejorar atributos clave como la fuerza o la defensa de manera temporal, algo vital si quieres sobrevivir. Y hablando de sobrevivir, el juego ofrece tres niveles de dificultad: Fácil, con una barra de salud generosa; Media, con menos vida y un equilibrio estándar; y Difícil, donde la cosa se pone seria de verdad porque si mueres, es para siempre. Un modo permadeath solo apto para los muy cafeteros.

Apartado técnico

Aquí tenemos un caso de doble personalidad. Las secciones en 2D pixel art son encantadoras, con animaciones fluidas (especialmente las del tiburón) y escenarios coloridos que entran bien por los ojos. Se nota que aquí es donde se ha puesto el esfuerzo y el cariño. Los fondos tienen profundidad y el diseño de los sprites, aunque sencillo, tiene personalidad. Mención aparte merecen las secuencias narrativas. Aunque la historia no sea de Óscar, nos la cuentan a través de imágenes estáticas que están sorprendentemente bien ilustradas, con un estilo artístico muy cuidado que contrasta positivamente con el resto. Sin embargo, el salto al mundo 3D es un bajón considerable. Los modelados son muy "low poly" genéricos y las texturas planas. El contraste entre lo bonito que es el 2D y lo básico del 3D es chocante, como si fueran dos juegos distintos pegados con pegamento.

La banda sonora acompaña correctamente y sabe diferenciar los momentos. Mientras navegas o exploras zonas tranquilas, las melodías son relajadas. Pero cuando entras en combate, el ritmo sube para meterte tensión en el cuerpo. No esperes ninguna pieza orquestal memorable, pero la música cumple su función de marcar el tempo de la partida sin hacerse pesada. Los efectos de sonido también hacen su trabajo: los mordiscos y chapoteos tienen el punch suficiente para que sientas que estás haciendo daño y el sonido de la guadaña cortando el aire da un buen feedback auditivo, aunque los ruidos de los enemigos se repiten.


Conclusión

Makis Adventure es un título con mucho corazón y una ambición desmedida, y tiene un mérito enorme al haber sido desarrollado íntegramente por una sola persona. Es impresionante ver lo que Zoroarts ha conseguido montar sin un equipo detrás. Tiene ideas muy potentes, como la transformación fluida y la mezcla de géneros, aunque la ejecución técnica a veces le juega una mala pasada, especialmente en el control y el apartado 3D. Si te gustan los plataformas indies y buscas algo original que no te exija cien horas de vida, es una opción interesante. No es el rey del océano, pero tiene los dientes suficientemente afilados para darte un par de tardes de diversión.

Puntuaciones

Gráficos: 6.5

Sonido: 5.5

Jugabilidad: 6.5

Duración: 6.0

Multijugador: 0.0

Historia: 0.0

TOTAL: 6.1

Caratula

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