Samurai Shodown

Una resurrección de los tiempos del arcade.

Tras haber vivido en primera persona los años dorados de los juegos de lucha 2D, con esa tremenda rivalidad entre Capcom y SNK, entre Street Fighter y King of Fighters, no he parado de preguntarme algo. ¿Qué fue lo que vio Capcom hace ya tantos años que le permitió introducir pasar su saga estrella a las 3D con esa maestría, y por qué SNK no ha dado aun con la tecla? Por suerte, les ha costado, pero parece que por fin este año tendremos la respuesta, con la resurrección de la saga Samurai Shodown. Es hora de viajar al Japón feudal, y dejarnos de bolas de fuego y demás zarandajas. ¿Quién quiere recurrir a esa magia, teniendo un fiel acero en las manos?

Enfrentamientos entre samuráis

Samurai Shodown va, como su propio nombre indica, de lucha entre estos letales guerreros del antiguo Japón. Para entendernos, se juega como un título 2D, es decir, un Street Fighter o un BlazBlue, si bien a nivel técnico está hecho completamente en 3D. Pero hay que tener cuidado a la hora de querer comparar este título con otros, ya que si por algo se caracteriza Samurai Shodown es por su técnica, más allá del frenetismo por el que se dejan llevar otros juegos, asemejándose más a lo que viene siendo un Tekken, que a la ya mentada saga de Capcom.

La clave del juego radica en el uso de las armas de sus personajes, la auténtica manera de hacer un daño considerable a nuestro rival, ya que si bien podremos atacar con patadas, nuestra fuerza será irrisoria. También contaremos con ataques especiales, que si bien no dudaremos en abusar nada más comenzar, ya que es a lo que nos tienen acostumbrados en la mayoría de juegos de lucha, no tardaremos demasiado en percatarnos de que, en realidad, la forma más efectiva de acabar con nuestro contrincante reside en hacer el mejor combo básico que podamos, y finalizarlo con uno de estos ataques.

Una vez aprendamos esto, se nos abrirá un nuevo mundo de control ante nosotros, y empezaremos a apreciar las delicadezas del sistema de control. Como ese agarre, inútil para hacer daño pero que deja a nuestro contrincante abierto de par en par para meterle nuestro mejor combo, la esquiva, más fácil de realizar pero que nos ofrece una menor ventana de tiempo sobre la que actuar. Y podemos ir subiendo poco a poco el nivel, por ejemplo, haciendo defensas justas, algo muy similar a los tech hits de Street Fighter 3 que nos salvarán de un golpe sin que recibamos daño a cambio, o usando los ataques de desarmes, tremendamente difíciles de encajar, pero terriblemente satisfactorios, ya que dejaremos desarmados a nuestro enemigo, por lo que no podrá ni cubrirse de nuestro acero.