Como veis, este tipo de mecánicas son las que provocan que
tengamos que pensárnoslo más de una vez y más de dos antes de atacar.
Nada va a impedir que nuestro contrario active su modo Ira, o que nos
inicie el combate con su súper ataque especial, pero nos bastará un
ataque leve para mandar al traste sus planes. En definitiva, el combate
es sutil, directo y brutal, dando la ventaja al jugador más hábil y
técnico sobre el cabraloca fan de Eddie Gordo o de Ken.
Un amplio plantel y variedad de modos
Con
respecto a los luchadores que tendremos disponibles, podremos jugar con
nada más y nada menos que dieciséis, siendo trece de ellos antiguos
conocidos. Los fans de toda la vida podrán seguir llevando a los
clásicos Haohmaru, Nakoruru, Hattori o el mÃtico Jubei, si bien no
encontraréis en esta entrega algunas de las excentricidades de juegos
anteriores, como la maid Iroha o el autómata Karakuri. Los personajes
más locos del tÃtulo se han quedado fuera, según palabras de SNK, por
dotar de un mayor realismo y fidelidad a este nuevo reboot, por lo que
mucho es que podamos contar con el maestro del kabuki Kyoshiro, el indio
Tam-Tam o el inmenso y tópico Earthquake. Entre los personajes nuevos,
encontramos a Darli Dagger, la pirata, Wu-Ruixiang, una china que parece
sacada de Soul Calibur, y Yashamaru Kurama, un tétrico ninja oscuro.
Todos
estos personajes estarán disponibles desde un primer momento, sin tener
que realizar ninguna acción para desbloquearlos. Para jugar, por un
lado podremos optar por los modos historia de cada uno, un reemplazo del
clásico arcade con sus combates aleatorios, más uno de rival
dependiente de nuestro personaje, y el jefe final, un modo contrarreloj,
en el que iremos acumulando tiempo conforme venzamos enemigos, un modo
supervivencia y un curioso modo llamado Campeonato en español, pero que
en el original se llama Gauntlet. En este modo, tendremos que combatir a
todos los personajes del juego de una sentada, sin morir. Sin duda, el
desafÃo definitivo contra la IA.
Cuando nos hartemos de jugar
contra la máquina, será hora de empezar a jugar con nuestro fantasma.
Conforme hayamos ido jugando combates contra la IA (o online, si somos
valientes), el juego habrá ido confeccionando una versión virtual de
nosotros mismos. Es algo similar a los combatientes que nos encontramos
en el modo arcade de los últimos Tekken, que son realmente patrones
realizados en base al nivel de los que juegan online. Salvo que en esta
ocasión, podremos enviar a nuestro fantasma a combatir online y obtener
recompensas, o empezar a invitar a fantasmas rivales a nuestra partida,
pudiendo jugar contra los mejores jugadores del mundo de forma virtual, o
montarnos jornadas maratonianas de 10, 50 o 100 combates consecutivos
con jugadores y estilos traÃdos de todas las partes del mundo.
Todo un salto estilÃstico
Dejando
ya de lado lo que es la jugabilidad, me quito el sombrero ante el
apartado técnico de este Samurai Shodown. No puedo evitar pensar una y
otra vez que me encuentro ante algo tan trabajado y mimado como fue en
su dÃa Street Fighter IV. De hecho, podrÃamos hablar de paralelismos más
que evidentes entre SNK y Capcom, con ambas metiendo la pata en su dÃa
con el principio de las 3D, con experimentos discutibles, hasta que por
fin, la tecnologÃa ha avanzado lo suficiente como para permitir que la
técnica se ponga al servicio de la técnica, en lugar de limitarnos por
ella.
|
|
|