Los juegos de mesa están más de moda que nunca. Hay infinidad de ellos y son un recurso muy popular en plataformas de microfinanciación como Kickstarter. A pesar de todo no es muy común ver juegos de tablero llevados al mundo digital. Hay alguna que otra versión de algunos muy populares, pero son una excepción. Mario Party y Monopoly siguen siendo los grandes referentes, pero totalmente opuestos al movimiento moderno. Es por esto que hemos recibido con los brazos abiertos a Sumer, un juego de mesa creado única y exclusivamente para medios digitales.
Sólo digital
Sumer nos pone en la piel de uno de los cuatro nobles sumerios que luchan por ganarse el favor de la diosa Inanna y convertirse en su mano derecha. Para ello tendremos que ser quien más ofrendas haya realizado en base a las peticiones de la deidad. Habrá que cultivar la tierra, extraer arcilla y utilizar ambas materias primas para crear productos más elaborados. Los más entendidos pronto verán que esta estructura de juego de mesa es típica de los juegos de mesa de estilo europeos, donde predomina la recolección de recursos.
Lo más curioso del asunto es cómo se ha llevado esto a cabo. Sumer, como juego de mesa, no tendría nunca cabida en un tablero tradicional. Su mecánica, en la que todos los jugadores juegan a la vez, sería imposible de trasladar a un medio no digital. No sólo por lo caóticas que resultarían las luchas por la obtención de recursos, sino por el modo en que se controla todo. La zona de juego es un zigurat, una pirámide escalonada sobre la que se construyen las instalaciones de obtención y transformación de recursos. Por ella nos moveremos como en un juego típico de plataformas (movernos con la cruceta y saltar con el B, incluyendo un doble salto), lo que lo convierte en algo nuevo y original, alejando cualquier tipo de azar de los sucesos: el más rápido, el más habilidoso, es el que se lleva el gato al agua.
Una vez comentados los elementos característicos, pasaré a intentar explicar cómo funciona el juego.
A jugar se aprende jugando
En cuanto a lo que ofrece al jugador, las impresiones son claras. Sumer tiene una entrada difícil para quienes no sepan inglés. El manual de instrucciones del juego es todo texto y no viene traducido de momento (hay actualizaciones previstas con traducción al castellano incluida), aunque usa un lenguaje muy fácil de comprender, además de ser un apartado largo y algo tedioso. Se incluye un tutorial interactivo que permite ver de forma práctica los elementos más básicos del juego, aunque hacerse una idea primero en formato texto sería ideal y vital. No obstante, como ocurre siempre, la mejor manera de entender cómo funciona el juego es jugando, por lo que el tutorial también incluye dos partidas cortas de ejemplo en las que podremos empezar a manejarnos por el mundo sumerio.
¿Y cómo funciona? El juego se divide en años (rondas de juego) y en cada uno de ellos habrá dos solicitudes de ofrendas por parte de Inanna. La ronda termina cuando los jugadores consiguen satisfacer las demandas de la diosa. Entre año y año tiene lugar la fase de subasta en la que podremos intercambiar cabras (la moneda del juego) y los favores de Inanna por ventajas para la siguiente ronda. Esto se prolonga por tantos años como hayamos configurado, haciéndose el juego más complejo cuantas más rondas se jueguen. Veámoslo un poco más en detalle.
