Candleman: The Complete Journey

¿Conseguirás sobrevivir con sólo diez segundos de luz?.

Llevamos ya bastante tiempo hablando del advenimiento de China en el mundo de los videojuegos. El gigante asiático es un territorio aun por conquistar para las compañías occidentales, aunque parece que no caemos en la cuenta de que el contrario, también es cierto. De esta manera recibimos a Spotlightor, un equipo de desarrollo afincado en Beijing, que nos trae una de las experiencias de plataformas más curiosas de los últimos tiempos. ¿Podréis sobrevivir con sólo diez segundos de luz?

La vela está triste y azul

Candleman es un juego la mar de minimalista, y tendremos que ir descubriendo cada una de sus características conforme juguemos. El objetivo es una vela de cera que ha cobrado vida, y que sólo es capaz de moverse, saltar y arder para dar luz. Con esta mínima presentación comenzaremos a jugar en lo que parece ser la bodega de un barco. No tardaremos en comprender el objetivo: llegar al final del nivel, marcado con una luz brillante azulada.

No obstante, el objetivo es bastante más complicado de lo que parece. Sólo tendremos diez vidas para pasarnos cada nivel, y la mayoría del tiempo estaremos sumidos en la más absoluta oscuridad. Para poder ver a nuestro alrededor y saber por dónde saltar, o por donde continuar nuestras andanzas, será inevitable que gastemos nuestra propia mecha, la cual aguantará tan sólo 10 segundos encendida.

Encontraremos algunos elementos que nos ayudarán en nuestro camino, como velas apagadas que podremos utilizar como faros o puntos de control, páginas de libros que se desplegarán ante la luz de la luna, plataformas bamboleantes, farolillos, fuegos artificiales... el juego nos guarda muchas sorpresas por delante, garantizándonos un cambio casi radical de entorno y de mecánicas de juego en cada uno de los doce capítulos que lo componen. Y sobre la historia... dejémoslo en que es mejor que la vayáis descubriendo poco a poco vosotros, gracias a los títulos de los niveles.

Tardaremos unas 6 horas en acabar el juego por primera vez, algunas más si nos planteamos completarlo al 100% encontrando todas las velas escondidas, y tendremos otro desafío adicional si nos animamos a jugar el modo contrarreloj. Pero no os preocupéis. El juego no es tan difícil como pueda aparentar.

Poesía en movimiento

Candleman tiene un cierto regusto a juego indie de los que ya no se ven. Ese tipo de juego que, pese a haber sido hecho por un equipo pequeño, cuenta con efectos en 3D que llegan bastante más allá del típico juego hecho con Unity. De esos juegos en que la premisa es tremendamente simple, pero al mismo tiempo, parece esconder muchísimo significado.