Candleman es un juego la mar de minimalista, y tendremos que ir descubriendo cada una de sus caracterÃsticas conforme juguemos. El objetivo es una vela de cera que ha cobrado vida, y que sólo es capaz de moverse, saltar y arder para dar luz. Con esta mÃnima presentación comenzaremos a jugar en lo que parece ser la bodega de un barco. No tardaremos en comprender el objetivo: llegar al final del nivel, marcado con una luz brillante azulada.
No obstante, el objetivo es bastante más complicado de lo que parece. Sólo tendremos diez vidas para pasarnos cada nivel, y la mayorÃa del tiempo estaremos sumidos en la más absoluta oscuridad. Para poder ver a nuestro alrededor y saber por dónde saltar, o por donde continuar nuestras andanzas, será inevitable que gastemos nuestra propia mecha, la cual aguantará tan sólo 10 segundos encendida.
Candleman tiene un cierto regusto a juego indie de los que ya no se ven. Ese tipo de juego que, pese a haber sido hecho por un equipo pequeño, cuenta con efectos en 3D que llegan bastante más allá del tÃpico juego hecho con Unity. De esos juegos en que la premisa es tremendamente simple, pero al mismo tiempo, parece esconder muchÃsimo significado.