The Legend of Zelda:Twilight Princess

The Legend of Zelda: The Wind Waker, la primera incursion de Link en Game Cube, fue una sorpresa por su estilo visual, en Cell Shading. Aunque aparentemente la secuela iba a correr por los mismos derroteros, Nintendo decidió cambiar el chip de nuevo y volver a las raíces de Ocarina of Time, tomar su estilo visual y potenciarlo gracias a la tecnología de la 128 bits de la compañía de Kyoto. Nos encontramos por tanto ante un videojuego que aprieta bien las tuercas al hardware de la cúbica y probablemente se trata de uno de los mejores juegos gráficamente hablando de esta consola. Los desarrolladores han empleado como base el motor gráfico de The Wind Waker, pero como se puede apreciar en cualquier imagen, vídeo o en el propio juego corriendo, poco queda de ese Link cabezón en dibujos animados. En el plano artístico Nintendo ha creado una obra de arte, una belleza a la que sólo se acercan unos pocos juegos en cada generación de consolas.

Para empezar el modelado de los personajes, en especial el de Link, es especialmente sólido, realista, bien diseñado. Los detalles en la ropa, el número de polígonos, todo rinde a gran nivel. Y los demás personajes le van a la zaga, desde Midna hasta el resto de seres (muchos) que pueblan Hyrule. Lo mismo se puede decir de los enemigos, resaltando por supuesto a los que nos esperan detrás de las mazmorras, que son impresionantes. Sobre los personajes habría que hacer un apunte y es que a pesar del intento por buscar cierto realismo, Nintendo no ha sido infiel al estilo de la franquicia y muchos personajes tienen un diseño impregnado en comicidad.

Las animaciones robóticas de Link que se pudieron ver en los primeros vídeos, han desaparecido por completo. De hecho todos los personajes se mueven con una suavidad inusitada, sin ralentizaciones y con gran riqueza de movimiento. En este punto considero que se ha realizado una labor encomiable.

El mundo de Hyrule es enorme, plagado de detalles y de lugares para visitar y disfrutar (zonas de pradera, submarinos, bosque, desierto, etc). El buen hacer de los desarrolladores ha permitido crear un juego que integra grandes escenarios sin fallar estrepitosamente en otros aspectos. Así pues el juego se mueve a 30 fps constantes, sin ralentización alguna y con una suavidad extrema. El punto negro lo ponen algunas texturas (sobre todo del suelo y de ciertas paredes) y el modelado de algunos escenarios algo picudos. Los efectos de luces son especialmente brillantes, siendo éstos sobrios, efectistas y muy funcionales. Comos siempre las escenas de vídeo que narran la historia están creadas con el motor del juego y en esta ocasión se han efectuado planos más cinematográficos y elaborados.

    Wii da para más

Sabe a poco, no se puede negar. Twilight Princess no deja de ser una conversión, aunque se vista de seda con su nuevo control. Pese a que la conversión es perfecta, desde el punto de vista del crítico no se puede negar que gráficamente podía haber dado más de sí en Wii. Afortunadamente estoy seguro de que Nintendo va a sorprender cuando diseñe una versión íntegra para Wii, sino tiempo al tiempo.