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GRÁFICOS Y SONIDO
La mejor forma de abrazar lo tradicional es buscar sus raíces e implementarlas, pero siempre teniendo en cuenta que lo clásico se puede fusionar con lo moderno. Esto se puede aplicar tranquilamente a Super Princess Peach, juego en el que se ha utilizado un motor con scroll lateral y gráficos bidimensionales, a la antigua usanza. Nintendo ha empleado para construir el apartado gráfico colores pasteles y diseños desenfadados, nada nuevo dentro del Reino Champiñón. Todos los personajes han sido modelados con sprites bastante correctos y bien dibujados, desde la propia princesa Peach, hasta los enemigos y por supuesto también el malo malísimo Bowser y todo el resto del plantel de personajes/enemigos que vemos durante el videojuego. Mención especial por supuesto a los más que interesantes diseños de los jefes finales o "final bosses" en su traducción anglosajona. Las animaciones de los sprites están también bastante conseguidas, funcionan con suavidad y son muy fluidas, nada de ralentizaciones ni problemas por el estilo. En el caso de la princesa Peach tenemos que destacar no sólo las animaciones básicas (ataque, salto, etcétera), hay que recalcar asimismo las animaciones que se producen cuando efectuamos uno de los poderes especiales (emociones), en los que son partícipes además algunos efectos gráficos.
Los escenarios siguen la estela colorista y desenfadada de todo el producto en su globalidad, así que encontramos pantallas con variabilidad (entre mundos sobre todo) que rinden a un nivel bastante bueno. Ahora bien, quizá algunos escenarios pecan de ser excesivamente simplistas, en varias ocasiones me ha parecido que unos cuantos escenarios deberían de haber estado algo más "rellenitos". Como en todos los juegos de Super Mario, la interactividad con el entorno se hace indispensable. Los objetos que aparecen por los escenarios son los típicos bloques que liberan objetos y monedas y también unas nuevas piñatas que, rompiéndolas, sacan monedas, corazones y demás.
La banda sonora que Nintendo ha introducido en el videojuego está configurada, como siempre (y aunque suene repetitivo) por una serie de piezas que sin destacar como melodías maestras, logran describir musicalmente el mundo y las situaciones que se producen durante la partida. Las tonadillas de Super Princess Peach se pueden describir de la misma manera que el apartado gráfico, esto es, hablamos de canciones dicharacheras y desenfadadas, con el mismo cariz pastel que caracterizan los colores, pero en forma de notas musicales. El resto del sonido cumple sin complicaciones, muchos de ellos rescatados de otros Super Mario y la voz de Peach- se entiende que no hablo de un doblaje íntegro, sólo de los grititos típicos- está satisfactoriamente encuadrada.
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