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GRÁFICOS
Técnicamente nos encontramos con un trabajo bien hecho en general. La gente de Naughty Dog ha perfilado con exactitud todos los detalles para que Jak X sea un juego completamente coherente con el universo que se había creado previamente en otros títulos de la saga:
Para empezar olvidaros de los personajes cabezones y desproporcionados que se suelen encontrar en los juegos de karts habituales. En Jak X se han respetado al dedillo todos los detalles de diseño artístico de los juegos previos. Así pues, Jak & Daxter lucen prácticamente igual que en los juegos de plataformas que han protagonizado. En las cut scenes, de hecho, se puede entrever que se ha reutilizado el motor gráfico de Jak III para generarlas. El resultado es bastante positivo, las escenas en las que se nos muestra la historia están todas realizadas con dicho motor gráfico, que cuenta con un trabajo en los personajes exhaustivo y con una riqueza en detalles suficientemente llamativa para cumplir su cometido correctamente.
Ya en la carrera en sí podemos encontrar unos modelados de los bólidos bastante correctos, aunque un tanto simples. Digamos que no me han sorprendido en absoluto, pero eso no quiere decir que estén mal ni mucho menos. Además son incluso configurables, pues el juego incluye la opción de comprar/ganar piezas nuevas para el vehículo y la posibilidad de pintarlo con el color que más nos guste.
Entrando en el tema de los escenarios, mi sensación es muy positiva. Los chicos de Naughty Dog han creado entornos muy variados y de buena calidad. Afortunadamente para el jugún, jugar a Jak X no provocará esas enormes sensaciones de "Deja Vu" que más de un videojuego dejan a su paso como si fueran manchas de orina que nunca se van.
En cuanto a los efectos gráficos y de luces, hay que comentar que cumplen perfectamente. Está claro que no estamos ante un portento de fuegos de artificio, pero las explosiones, las colisiones, y los efectos de las armas voladoras, rinden a buen nivel.
SONIDO
Jak X cuenta con una banda sonora original con temas mayoritariamente cañeros y rápidos que reflejan las veloces y peligrosas carreras que se nos invitan a probar. Desde luego el compositor no ha querido escribir una partitura para Oscar, pero está claro que tampoco la necesita. La música ambienta perfectamente y sin ningún problema, aunque de vez en cuando pasa a un segundo plano.
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