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Las animaciones corren una suerte parecida a los diseños de los perros. El trabajo ha sido aquí completamente magistral. El equipo de Nintendo EAD pasó largo tiempo observando a cachorros verdaderos y estudiando todos y cada uno de sus movimientos característicos para incluirlos en el repertorio del juego. Para plasmar todo esto en Nintendogs los profesionales de la compañía de Kyoto han utilizado técnicas de captura de movimientos. Como ya hemos comentado unas líneas más arriba, el resultado ha sido fantástico. No hay más que ver a los perritos interactuando con el entorno en la pantalla de la Nintendo DS; los perritos no paran quietos, corren, saltan, mueven la cabeza de un lado a otro y juegan con lo que pillan. Además reaccionan de forma realista ante los estímulos que emitimos nosotros. Por ejemplo, cuando le ofreces una pelota y no se la das “por las buenas”, el perro mirará durante unos instante la pelota y no dudará en saltar hacia ella como diciendo “¡eh!¡Pásala ya! Todos esos pequeños detalles logran plasmar con fidelidad lo que puede ser estar cuidando a un perrito verdadero. Yo que tengo un animal de estas características en casa (un Fox Terrier muy malo ya un poco abuelote) he podido identificar muchas igualdad entre el perro verdadero y sus homónimos virtuales (lástima que esta raza no esté insertada en el videojuego).
Los escenarios, por el contrario, están mucho más simplificados. Nintendo ha optado por dar prioridad a los perros, y ciertamente me parece un verdadero acierto. Los escenarios son sencillos, con no muchos detalles y unas texturas un tanto flojillas. Esto se manifiesta en entornos como el parque o las calles de la ciudad. Sin embargo, y como ya hemos asegurado, esto no empaña bajo ningún concepto el resultado final.
SONIDO
En el apartado sonoro podemos escuchar una banda sonora que se deja oir, con temas que por lo general pasan desapercibidos pero que amenizan las partidas gracias al tono de excesiva tranquilidad que emanan. En los concursos la música cambia un poco de tónica y se pueden degustar piezas un poco más moviditas y dinámicas. Aun así da la impresión que Nintendo ha querido dejar la música en un segundo plano, cosa que no es un error teniendo en cuenta el tipo de juego que tenemos entre manos.
En donde realmente brilla el audio de Nintendogs es en los sonidos que emite el propio cachorro. Los ladridos, gruñidos, y demás ruidos guturales han sido extraídos e insertados en el videojuego con total fidelidad. Cada raza tiene sus propios sonidos característicos; como es lógico, un perrito pequeño como un Chihuahua no posee el mismo tono vocal que un futuro perro grandullón. Esto todo queda reflejado perfectamente en el videojuego. El resto de efectos FX que podemos encontrar a lo largo del juego cumple perfectamente con su cometido y ambienta sin complicaciones el entorno.
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