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Donde más flaquea es en las expresiones faciales en primer plano, sobretodo las de las escenas animadas. No son muchas, pero algunos detalles como el movimiento de las bocas al hablar no resultan del todo convincentes.
Mucho ruido y más nueces
En su momento fue uno de los mayores trabajos de doblaje que se hicieron en España para un videojuego y a día de hoy sólo ha sido superado por muy pocos. En torno a 30 actores de doblaje participaron en el proceso para poner voz a las decenas de personajes que pululan por el juego. Además se ha contado con dobladores profesionales (muchas de las voces nos sonarán del cine o la televisión) que, sin ninguna duda, han conseguido que los dibujos cobren vida, dándoles a cada uno su propia personalidad. Algo fundamental ya que cada personaje tiene unas características muy marcadas que los hacen especiales y, a pesar de las rarezas de todos ellos, el equipo de doblaje ha conseguido que sean creíbles.
La banda sonora no se queda atrás. Con unos temas excelentes –de Vera Domínguez que repite en Runaway 1 y 3- incluyendo el tema principal. Los temas de fondo también funcionan, cumplen el cometido de acompañar al jugador mientras cavila en los escenarios en busca de la resolución de los puzzles. Los efectos sonoros también son muy buenos y variados, tal y como corresponde a un juego como éste, con una factura cinematográfica intachable.
Quizás uno de los problemas que encontramos con el sonido son unos pequeños bugs. Por ejemplo, uno que nos encontramos al mirar con detenimiento un objeto que acabábamos de coger: saltaba el diálogo en el que Brian comentaba para que lo había usado, desvelándonos la finalidad –por otra parte obvia- del objeto. No obstante son sucesos muy puntuales que nos han salido en contadísimas ocasiones –éste de desvelar la finalidad del objeto sólo sucedió una vez, con un caparazón de tortuga-.
Da que pensar, ¿eh?
Hubo un tiempo en que las aventuras gráficas eran el género por excelencia de los juegos de PC, con grandes estudios especializados en este tipo de juegos que hicieron obras cumbre que a día de hoy siguen siendo un referente. Pero ahora las aventuras gráficas están prácticamente desaparecidas. Aunque es cierto que siguen saliendo títulos de este tipo, apenas se encuentran unos pocos que logren alcanzar el nivel que alcanzaban antaño. Por otra parte, los estudios que dominaban este arte, como Lucasarts, se han ido moviendo hacia otros géneros más demandados por el público. Fuera de ese grupo se encuentra Pendulo Studios, un equipo español que quiere mantener viva la llama de las aventuras gráficas y lo hace a lo grande.
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