El trabajo diario Para mantener la estabilidad en la granja y no morirnos de hambre, hay que organizar tareas de la mejor manera posible, especialmente en los primeros pasos de la partida. Tras una breve introducción, bautizaremos al personaje, a nuestra granja y a nuestros dos animales de compañÃa, un gato y un perro (al que yo he llamado killer). También conoceremos a algunos de los personajes del juego y daremos nuestros primeros paseos por el pueblo y la granja.
El siguiente paso será estudiar el calendario para conocer el perÃodo estacional en el que nos encontramos. Cada estación durará aproximadamente treinta dÃas virtuales y contará con un número determinado de frutas y hortalizas compatibles. AsÃ, si dedicamos nuestra huerta a la producción de maÃz en invierno veremos cómo toda la cosecha se echa a perder. Una vez que tengamos claro qué queremos plantar debemos conseguir un buen saco de semillas. Para ello, basta con dirigirse a la tienda o utilizar el teléfono de la casa para realizar el pedido.

Con las semillas en el inventario comenzamos a trabajar. En primer lugar hay que acondicionar el terreno. Para ello, tendremos que acabar con todo tipo de rocas, plantas y trozos de madera que impiden la plantación, elementos que siempre podrás reutilizar en la construcción de futuros edificios. Después de esta tarea, tomamos la herramienta para aplanar terreno y la empleamos para hacer hueco a las semillas que posteriormente crecerán en la parcela. Una vez hecho esto utilizamos la regadera para fortalecer al fruto recién plantado y listo; ahora sólo toca mantener un cuidado diario y esperar unos dÃas que variarán en función del tipo de semilla. Tras unos cuantas jornadas de cuidado intensivo, y si las inclemencias del tiempo lo han permitido, las semillas comenzarán a dar los primeros frutos. Llegados a este punto, sólo queda recolectar el material para depositarlo en la caja de caudales y ganar una buena cantidad de dinero, dependiendo eso sÃ, de la calidad de la cosecha. También cabe la posibilidad de almacenar estos frutos de la tierra para nuestro propio consumo en la cocina, que no todo va a ser salir de fiesta. Con el dinero compraremos más semillas y construiremos edificios para cobijar a nuestros animalillos, ampliando asà la granja.
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