Killzone: Liberation

Manejaremos a Templar con el stick analógico y disparemos con el cuadrado, el modus operandi en los tiroteos se presenta como un híbrido entre el disparo manual al libre albedrío y la fijación de dianas que la consola hará de manera automática. Cuando tengamos un objetivo en nuestra mirilla podremos rondar por otras áreas sin sacar de nuestro blanco al enemigo, y podremos cambiar el tipo de objetivo cuando nos interese.
Interactuaremos constantemente con elementos del campo de batalla, así pues además de hacer valer el potencial de un certero disparo sobre objetos explosivos, el juego se basa en un enfoque táctico clásico de los juegos de Guerrilla pero está vez mas estratégico, deberemos de aprovechar todos los elementos que encontremos en pantalla como trincheras o paredes y hacerlos valer como protección ante el fuego enemigo, los rivales harán lo mismo y dejarán constancia de una buena IA, tanto que conforme vayamos avanzando en la campaña el juego se hará realmente complicado, así pues la función de arrodillarse estará a la orden del día.

Una muy buena coordinación de uso entre stick y cruceta, una para movernos y otra para interactuar con elementos de la pantalla, esta formulación táctica sigue cobrando enteros ya que podremos dirigir al resto del comando a los puntos que queramos en ciertos momentos de la batalla. En definitiva, respeto del espíritu del primer Killzone pero con una integración en una muy bien elegida vista en tercera persona que consigue sacar un abanico táctico enorme y aunque parezca en principio un planteamiento de juego algo simple contra más se incrementa la jugabilidad más se abren las posibilidades del ataque atrincherado.
Todo esto da como fruto un juego frenético que no deja tiempo al respiro y que pese a ser enormemente estratégico esta inundado de acción, la adicción está más que asegurada a no ser de que estéis enormemente saturados de juegos bélicos, ya que aquí al fin y al cabo lo que haremos todo el tiempo será matar y avanzar, esos conceptos tan simples que tanto le gustan a Sony y que esta vez dan como resultado un título 100 por 100 adictivo.

El modo de campaña es el principal y está dividido en 16 niveles formadas por 4 episodios. No es que sea precisamente un juego largo pero la dificultad de la que hace gala le hace sacar más horas que las que en un principio serían necesarias para terminarlo.
Empezaremos la misión con un solo arma y podremos aumentar nuestro arsenal en cuanto consigamos los créditos suficientes. También hallaremos granadas en muchos cofres encontrados en la batalla, siempre se nos propondrá una misión ligada a destruir al enemigo e ir avanzando terreno, pero conforme vayamos jugando se nos añadirán más objetivos, la mayoría de ellos siguen estando basados en la destrucción o en la liberación y cuidado de rehenes. También manejaremos vehículos de lo más variopinto, es decir la recreación de una guerra jamás vivida que nos trae perfectamente el espíritu belicoso de toda batalla, como ya hemos dicho encontraremos diferentes tipos de enemigos atendiendo a su arma y su labor en la batalla y también nos encontraremos con jefes finales, cada uno contará con su peculiar estrategia a seguir y algunos nos pondrán realmente a prueba a nivel intuitivo y táctico.