Para no caer en lo repetitivo algunas de las fases las llevaremos a cabo subidos a un bólido con el que ,al más puro estilo Driver, deberemos seguir otro coche, esquivar a los polis o llegar al punto que Joe nos encomiende, esto se verá endulzado de nuevo por la banda sonora de la pelÃcula y es que cuando conduces escuchando Stuck in the middle with you de Stealers wheel cualquier persecución mortal se convierte en un entretenido paseo, y he aquà el cÃclico discurrir que nos presenta el juego: alternancia de las fases de conducción con la predominación de las de acción en tercera persona y trazo de la historia de la pelÃcula asà como de partes que hacen referencia a secuencias inventadas o al menos no mostradas en el film, estaba claro que el juego tenÃa que ir un poco más allá por lo menos en lo que a escenarios se refiere, y cada cabala, cada jugarreta estarán reflejadas en una fase que deberemos encarnar con el Señor de turno…

Bang! Bang! Brum!, Brum! El juego se nos presenta básicamente como un tÃtulo de acción en tercera persona como los millares que ya inundan las estanterÃas de PS2, moveremos al jugador con el Stick izquierdo y lo dirigiremos con el derecho (dirigiendo a su vez nuestros disparos), podremos hacer uso del llamado modo de cobertura en el cual nuestro Gangster se pegará a la pared para evitar recibir impactos de bala, y asà podrá ir apuntando tranquilamente al personal y matarlo con relativa facilidad, la dificultad del manejo en el cuerpo es bastante elevada y cada enemigo necesitará de una buena dosis de plomo antes de su último aliento (a no ser que acertemos en puntos vitales), los movimientos del personaje son algo toscos y nos recordarán a los de juegos confinados ya en el fondo de los cajones como el primer Syphon Filter, en cuanto al arsenal bélico con el que podremos contar se encuentran artilugios destructivos de corte más simple como simples pistolas, hasta otras de mayor cadencia y poder destructivo como dos maravillosos uzis (¿ha venido algún juego a la memoria con esta palabra?), aunque gracias a un toque de realismo solo podremos cargar con dos de estas (la que tengamos en uso y otra en la espalda), en cuanto a los tiroteos poco más que resaltar a parte de la dificultad que supone apuntar en el cuerpo a cuerpo y los llamados festivales de balas que nuestro medidor de adrenalina hará posibles cuando empiece a estar colmado (tal barra se nutrirá, ni que decir tiene, de nuestro afán asesino), cuando tengamos listo uno de estos festivales todo pasará a estar rodado a cámara lenta y podremos durante unos segundos apuntar tranquilamente a nuestros queridos policÃas (con violento resultado).
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