El modo principal o modo historia está compuesto por ocho mundos con cinco fases en cada uno, más un minijuego y el enfrentamiento contra un jefe final tras acabar el quinto nivel de cada mundo. La acción en Super Princess Peach transcurre en la pantalla superior, mientras que la pantalla táctil ha quedado únicamente reservada para albergar el sistema de emociones, del que hablaré en breve. El control base de la princesa Peach es parecido al de Mario en otros juegos de la saga. Con la cruceta movemos al personaje (derecha-izquierda se desplaza, hacia abajo se agacha) y con "A" salta. Si pulsamos cualquiera de los botones laterales (R/L) y utilizamos la cruceta para caminar, Peach anda más despacio. El botón "B" lo empleamos para atacar con Brillita, nuestra sombrilla parlanchina y una de las armas más importantes del juego. Me supongo que los lectores ahora se preguntarán ¿y no se utilizan para nada las particularidades de la Nintendo DS? Pues si, se utilizan, aunque de manera muy superficial en el sistema de emociones. Dicho sistema es, de hecho, una de las novedades más reseñables y frescas que se pueden hallar en este videojuego. Las sensaciones (hablando con propiedad tendríamos que hablar de estados de ánimo, porque son estados no permanentes, temporales) las puede activar el jugador en cualquier momento pulsando sobre el respectivo icono en la pantalla táctil, pero hay que tener en cuenta que existe una barra de "poder" (sensamedidor) que va agotándose (rápidamente además) mientras continúa activo el estado de ánimo en cuestión. Para rellenarla de nuevo se deben absorber a enemigos, otra solución es encontrar unos cristalitos azules que hay desperdigados por los escenarios.

Cada emoción confiere a Peach diferentes poderes que ayudan y que a veces resultan indispensables para avanzar; la alegría crea un torbellino alrededor de la princesa que le permite volar alto, disipar niebla o poner en marcha ciertos engranajes. La tristeza, por su parte, hace crecer pequeñas plantas con las lágrimas y aumenta considerablemente la velocidad de Peach. La furia crea una poderosa aura de fuego que sirve para quemar puentes o derretir el hielo y por último, la calma posibilita la recuperación de vidas.

En cada nivel el objetivo está bastante claro. A pesar de que la dificultad va creciendo un poco según va avanzando la partida, la mecánica es exactamente igual. En cada una de las fases hay que rescatar a tres Toads ("guardados" en cajas), ni más ni menos. El nivel puede completarse sin rescatarlos, pero sin embargo es requisito indispensable salvar a todos para entrar en el castillo de Bowser, así que ya sabes lo que toca, rejugar los niveles cuando no consigas encontrar a los Toads. Hay que decir que el nivel de dificultad de estas fases es bastante reducido, y esta nula dificultad se ve alimentada por la gran cantidad de señas y consejos que se nos dan. Antes de enfrentarnos a un enemigo final hay que completar un minijuego, que si utiliza las particularidades de la consola. Por ejemplo en uno de los primeros tenemos que mover un tronco usando la pantalla táctil pero teniendo cuidado de no chocarnos con las enredaderas con pinchos que van apareciendo progresivamente. Después del minijuego toca el enfrentamiento con el jefe final….desgraciadamente Nintendo no ha querido que usemos un poco el "coco" y antes de la batalla se desvelan los pasos que hay que dar para eliminar al "malo".

Nintendo ha introducido unos pequeños extras que alargan un poco más la vida (algo corta) del producto. Todos ellos se consiguen durante la partida, y tenemos para elegir varios puzzles, la posibilidad de escuchar la música de Super Princess Peach y la opción de jugar a algunos minijuegos. En uno de estos minijuegos podemos manejar a un Toad, que debe sortear a los enemigos que van apareciendo por el escenario. ¿Pero cómo? Simplemente soplando al micrófono. Divertido y original. Son simples cosillas que el jugón valorará sin duda de manera positiva.

Super Princess Peach es un buen juego de plataformas. Nintendo ha creado un título digno, pero nos da la sensación que podía haber sido mucho mejor. Pese a ser divertido, se hace quizá un poco repetitivo debido a la baja dificultad y a la propia monotonía de la mecánica. No es que sea aburrido, pero en todas las fases se sigue un esquema excesivamente parecido, con no demasiada variedad, y todo muy guiado, muy facilón. Aun así, y a pesar de estas carencias, estamos ante un juego de plataformas bastante fresco, ideal para jugar unas partidas en cualquier momento y con la garantía que tienen los productos de Nintendo de este género

Puntuaciones

Gráficos: 7.0

Sonido: 7.0

Jugabilidad: 6.5

Duración: 6.0

Multijugador: 0.0

Historia: 3.5

TOTAL: 6.6