Diferente ubicación, diferentes tiempos, el mismo terror.
Para mí la época dorada de los videojuegos comienza desde 1990 hasta el 2010, obviamente han seguido saliendo enormes juegos después de esa fecha, pero cuando hecho la vista hacia atrás hay algo en ese periodo de tiempo que me hace añorarlo. Durante esos 20 años que he mencionado hemos visto aparecer en nuestras plataformas de juego favoritas diversos títulos con mayor o menor éxito que han acabado convirtiéndose en potentísimas sagas en la industria, ¿os imagináis que no llega a salir en 2003 el primer Call of Duty? A saber, cual sería en la actualidad el juego hegemónico en lo que a shooter online se refiere.
Seguramente os preguntáis a que viene este pequeño viaje en el tiempo recordando aquellos años, creedme que tiene que ver pues en 1999 Konami se metió de lleno en el género de los videojuegos de terror, un campo que por aquel entonces dominaba Capcom con Resident Evil la cual ya contaba con dos títulos principales, un Director's Cut de la primera entrega y ese mismo año saldría la tercera entrega numérica. Ante semejante monstruo desde Konami no se achantaron y sacaron Silent Hill, una propuesta que apuntaba más hacia un terror más psicológico por así decirlo en donde nuestros enemigos eran grotescos seres que nos perseguían por un pequeño pueblecito lleno de niebla donde nuestro mejor aliado era una barra de hierro y una radio que emitía interferencias.
Ya han pasado varias décadas en donde fueron saliendo otros títulos de la franquicia y contenido adicional como películas o libros, pero llegado a cierto punto no se volvió a saber de ella, parecía que no íbamos a volver a visitar Silent Hill, pero Konami tenía en mente que volviéramos... aunque de distintas formas. El año pasado pudimos disfrutar de un genial Remake de Silent Hill 2, ya se ha anunciado que están trabajando en hacer lo mismo con la primera entrega, pero no es el único plan de la compañía con dicha saga. Silent Hill f, una peculiar nueva propuesta que nos aleja de las ubicaciones norteamericanas de las anteriores entregas y nos lleva hasta el Japón de la década de 1960, una ambientación completamente nueva pero que ya os adelanto que os va a helar la sangre.
Amigos, una vez más, Welcome to Silent Hill. O mejor dicho, サイレントヒルへようこそ.
Un viaje a lo más profundo del propio ser humano
Intentar hablaros sobre la historia de este juego es bastante complejo, Silent Hill f no es un juego en donde ya intuimos las cosas desde el primer momento, al contrario de lo que puede parecer el juego comienza muy abierto. Encarnamos al personaje de Hinako Shimizu, una muchacha japonesa de la época, un tanto rebelde con una familia completamente desestructurada pero típica de aquellos años. Por un lado, tenemos un padre autoritario y alcohólico que quiere imponer su forma de pensar y actuar en los demás lo que ocasiona conflictos con nuestra protagonista, algo que ha podido llevar más o menos bien hasta que su hermana mayor dejó el hogar familiar para casarse lo que la ha dejado en una casa con dicho padre y una madre sumisa al mismo que cumple todos sus deseos.
Todo comienza precisamente un día después de otra de las clásicas discusiones con su padre, para alejarse de todo eso decide bajar hasta el pueblo en busca de sus amigos. Ahí ya empezamos a intuir que hay algo que no va bien, no hay nadie en el pueblo y aunque si es cierto que se encuentra con sus amigos, ya vemos que aquí hay algo sobre Hinako y su relación con ellos. Este el comienzo de la pesadilla de nuestra protagonista, una enorme y densa niebla comienza a cubrir las calles y misteriosas flores carmesís surgen de todos lados trayendo la muerte, las pesadillas y una huida hacia adelante para comprender más sobre todo lo que rodea a Hinako mientras nos encontramos a personajes en los que la duda sobre si confiar en ellos siempre estará presente.
