Dicha campaña, ofrece varios caminos posibles, no es del todo lineal. Esto es debido a que durante muchas de las misiones habrá varios objetivos secundarios, elecciones o directamente dos objetivos principales antagónicos, que según escojamos uno u otro, perderemos unidades o tendremos distintas misiones posteriores. Un acierto sin duda ya que puedes incluso probar caminos, las elecciones importan sin duda.
Un ejemplo es Abiquiu, aquí si decidimos quedarnos a luchar y eliminar a las fuerzas de legión, recibiremos las ayudas del Movimiento y tendremos más unidades y apoyo en el futuro. En caso contrario, es decir, huir y abandonar la zona en manos de Legión, las siguientes misiones serán distintas. Es cierto que hay misiones a las que se puede acceder o no desde varios caminos.
Tras unas misiones de prólogo, comienza la campaña. Además de esos distintos caminos, debemos tener en cuenta lo siguiente: dirigimos un ejército de humanos, inferiores en número y potencia de fuego respecto al resto de facciones. Esto supone que, normalmente, lo llevaremos crudo en cada misión.
Además, esos patéticos humanos necesitan cosas como “suministros” para sobrevivir, recargar sus armas, repostar o reparar vehículos, quizás conseguir otras nuevas. Igualmente desplazarnos para cumplir misiones. También nuevos reclutas para reemplazar las bajas que, seguramente tendremos. Habrá momentos y zonas donde comerciaremos para conseguir suministros, reemplazos o créditos comerciales.
También armas, vehículos, mejoras diversas para esos vehículos e incluso nuevos pelotones para complementar nuestras fuerzas. El sistema de gestión de ejército es espectacular, rozando la perfección, exige cuidado, auténticos malabares para exprimir todo lo posible nuestras unidades.
Siempre a punto de ser derrotado
Por supuesto, otro punto fuerte son las propias misiones. Ya hemos mencionado de su dificultad y su duración. Pero una mirada más profunda nos ayudará a entenderlas. Estas se desarrollan en mapas inmensos. Dichas misiones, están preparadas para que nos manejemos con sumo cuidado dada nuestra franca inferioridad.
Podemos desplegar y usar diversos tipos de infantería, vehículos, e incluso vehículos aéreos. Cada unidad tiene una o más armas. Los pelotones de infantería por ejemplo pueden llevar entre otras cosas rifles, lanzagranadas, RPG, granadas. Tanto normales como “de plasma”. Lo mismo ocurre con los vehículos: Humvees, carros de combate M1 Abrams, furgonetas, camiones, plataformas, mejorables y personalizables para hacer frente a diversas amenazas gracias a las recompensas de las misiones y lo que ocurre en el mapa de campaña.
Cada unidad tiene sus características, sus funciones. Debemos conocerlas para una mejor eficacia. También su armamento y equipo. Debido a las distintas misiones y la amplitud de los mapas, acciones como el reconocimiento, el uso moderado de las municiones serán cruciales. Así como las coberturas en los distintos terrenos, edificios. Cada enemigo (Legión, Cartel, Integradores) exige su propia estrategia. Gracias a una IA notable, cada unidad elige automáticamente el arma o armas a la hora de luchar, aunque los jugadores pueden bloquear armas manualmente. Hay armas más útiles para acabar con infantería a campo abierto o guarnecida, para destruir vehículos. Incluso anular vía PEM al enemigo o hackearlo.
