La historia nos pone de nuevo en la piel de Elysion, ese joven ser creado en un misterioso experimento que debe enfrentarse a los enigmáticos Vigilantes para escapar. La trama es una simple excusa para ponernos a resolver puzles, y no pasa nada, porque aquà hemos venido a darle al coco. Armados con el Bastón Sanctum, nuestra principal habilidad será la de mover objetos a distancia, una especie de telequinesis que nos permitirá abrirnos paso.
La jugabilidad se desarrolla en 50 niveles presentados como pequeños dioramas que podemos girar a nuestro antojo. El objetivo en cada uno de ellos es llegar a la salida, y para ello tendremos que manipular bloques, arrastrar plataformas, descubrir pasajes secretos y subir escaleras. La clave está en observar el entorno desde todos los ángulos posibles para encontrar la solución. A medida que avanzamos, el juego introduce nuevas mecánicas, como bloques que se mueven en una dirección especÃfica o interruptores, para darle algo más de vidilla al asunto.
Visualmente, el juego es un diorama digital. El estilo voxel, minimalista y de colores suaves, es muy agradable a la vista y funciona a la perfección. Cada nivel es una pequeña maqueta flotante que da gusto explorar girando la cámara. Elysion, con su diseño simple pero distintivo, se mueve con fluidez por estos escenarios cúbicos. Es un apartado gráfico funcional, que prioriza la claridad por encima del espectáculo, algo fundamental en un juego de puzles donde la observación es clave.