No todos los juegos tienen que ser una epopeya de cien horas que ponga a prueba nuestros reflejos y nuestra paciencia. A veces, entre tanto AAA y tanto desafÃo hardcore, el cerebro nos pide un tÃtulo de "comfort food": algo sencillo, directo y que sirva como un agradable pasatiempo. En este rincón, es donde encontramos propuestas como Bunny Cubed, un juego de puzles de la mano de Sagitta Studios, con la distribución de Eastasiasoft Limited que toma la archiconocida fórmula del Sokoban y la presenta en su versión más ligera y accesible. Quizás, demasiado accesible.
Aquà es donde nos encontramos con el principal problema del juego. Si bien la idea es buena, la ejecución se queda a medio gas en el aspecto más importante de un puzle: el reto. Bunny Cubed nunca llega a suponer un verdadero desafÃo para el jugador. La curva de dificultad es prácticamente plana; la única diferencia a medida que avanzamos es que aumenta el número de cajas a colocar, pero el diseño de los niveles rara vez nos obliga a pararnos mucho a pensar de verdad. Esta falta de desafÃo tiene una consecuencia directa: la duración del juego se ve drásticamente reducida.
Los 60 niveles se pueden completar en un suspiro, y una vez que lo haces, no hay absolutamente ninguna razón para volver. No hay tiempos, ni medallas, ni secretos. Es una experiencia de usar y tirar, lo que le resta muchÃsimo valor a largo plazo. Un detalle menor, pero que conviene mencionar, es que los menús del juego están en castellano. Es un gesto que se agradece, aunque en la práctica es irrelevante, ya que el juego no tiene ni una sola lÃnea de texto.