Ichigo vuelve a empuñar su Zanpaku-tō una vez más.
Hay mangas que se convierten en obras de culto y por más que pasen los años siempre serán recordados por los aficionados con cariño y esto hará que de vez en cuando surjan diferente contenido de este. Otros tienen un boom importante que se prolonga durante mucho tiempo, durante el mismo sale diferente contenido y una vez este se acaba se queda en un huequito en la memoria de los seguidores con la esperanza de que con el paso de los años se decidan a retomar. Bleach es un ejemplo de esto último, una obra que cosechó un enorme éxito en su momento con el lanzamiento de series y videojuegos que una vez se terminó en su tomo número 74 parece que se fue directo hacia el olvido por parte de las empresas hasta que hace poco se retomó la serie de anime con la parte que faltaba y de paso aprovecharon para devolverla a la vida en los videojuegos.
Hoy paso a comentaros que trabajo han realizado para devolverle la vida a la obra de Tite Kubo, con un título que desde luego va a hacer las delicias de los fans de la obra pero que desafortunadamente no tiene un sistema de combate excesivamente profundo, convirtiéndolo en ocasiones en un simple machaca botones.
La historia del Shinigami sustituto
Bleach se centra en su protagonista, Ichigo Kurosaki, un chaval de instituto que desde bien joven tiene la habilidad de poder ver espíritus. Esto parece no afectarle en exceso en su día a día hasta que un día se cruza por cosas del destino con Kuchiki Rukia, una Shinigami que está en la tierra para cazar espíritus malignos o Hollows. El problema de Ichigo es su cantidad de energía espiritual, lo que lo convierte en un caramelito para estos seres que se alimentan de ella lo que pone a su vez en peligro a la familia de Kurosaki.
Durante el transcurso precisamente de la batalla en la que se ve envuelta Ichigo y su familia, Rukia acaba herida teniendo únicamente una salida y es el hecho de prestarle un poco de su poder a Ichigo para que pueda hacer frente al Hollow, sin saber que sin quererlo Ichigo absorberá todo su poder obligándola a estar en la tierra mientras recupera su estado lo que la pondrá a ella en peligro y también a Ichigo, pero no solo por parte de los Hollows sino también por otros Shinigami ya que cederle los poderes a un ser humano es un delito que se castiga con la muerte.
Esto es básicamente los primeros capítulos de esta obra shonen, el juego en si no solo abarca el arco del Shinigami sustituto si no que tenemos toda la trama de Bleach reunida en un solo juego, desde el principio hasta el final. Este pequeño detalle va a hacer las delicias de los fans de esta obra, al contrario de lo que pasa con otros juegos nacidos de otras obras de manga y o anime que esta cortado en varios títulos esto es algo que aquí no nos va a suponer un problema para disfrutar de absolutamente todo.
Una historia contada a modo de pequeños episodios
Cuando hablamos de Bleach estamos mencionando una obra verdaderamente larga, tiene mucho más tomos que otros clásicos del género y eso conlleva el tener que decidir cómo llevarlo a un videojuego, hay que tomar decisiones y hay que hacerlo de tal forma que se encuentre un equilibrio entre varios factores que acaben por narrar la historia lo mejor posible y contentar a los fans pero por otro lado hacerlo de tal manera que no suponga una carga excesiva para el jugador que acabe por agotarle y tal vez abandonar el modo.