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Hay que tener en cuenta otro elemento: la partida se divide en día y noche, podemos asignar personal al turno diurno y el turno nocturno. Aquí también entran los rasgos del personal. Como podemos ver el elemento de gestión es importante. El principal recurso que tenemos son los fondos, resultado de lo que nos aportan las regiones del mapa bajo nuestro control. Para liberar nuevas regiones, hay que realizar misiones que requieren tipos de soldados concretos. En esas misiones nuestros soldados pueden ser capturados entre otras cosas. Cada misión tiene un porcentaje de éxito basado en la “fuerza” de nuestros soldados asignados.
Si resulta exitosa, recibiremos una provincia nueva, nuevos fondos y proveedores de otros recursos. Sin embargo, el asunto no termina ahí, hay que asegurar la conquista de las nuevas regiones, podemos reducir impuestos para aumentar la aceptación de la población local. También se nos permitirá recibir nuevos reclutas y candidatos. No obstante, sino conseguimos asegurar la conquista y no realizamos nuevas misiones en un tiempo Dragan terminará recuperando las provincias arrebatadas por lo que no podemos estar parados demasiado tiempo.
En ocasiones, hay misiones temporales con importantes recompensas pero que requieren perfiles de soldados especiales. Las misiones más allá de asignar a los soldados poco podemos controlar respecto a su desarrollo. En ocasiones pueden producirse eventos, pero en este aspecto las batallas parecen más propias de un juego de móvil donde debes esperar un tiempo y simplemente ver el resultado.
A medida que la partida avanza desbloquearemos nuevos edificios y tecnologías en el menú en forma de árbol tecnológico. Para desbloquear cualquier cosa necesitamos puntos de investigación aportados por investigadores. Además de edificios nuevos hay mejoras para la mayor parte de edificios. La base puede sufrir diversos “problemas” para lo que necesitaremos establecer un sistema de seguridad. A pesar de la complejidad de algunas mecánicas, la jugabilidad en general es sencilla de comprender y manejar, lo cuál hace que One Military Camp sea adecuado para veteranos y noveles.
El mundo de Dragan
Pasemos a comentar brevemente el aspecto gráfico. One Military Camp posee un estilo gráfico que en parte recuerda a Theme Park World entre otros. Un apartado bastante colorido, modelos interesantes y un aspecto general que tiende hacia un estilo cartoon. Es bastante simpático y para ser un indie atractivo. Además, hay multitud de referencias a diversas películas y juegos.
Por otra parte, está el apartado sonoro. Una parte de las pistas sonoras son de corte “militar”, como si una banda militar estuviera adornando el día a día de nuestro campamento. Sin duda adecuada para el juego.
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