Rejugabilidad Si a toda esta libertad de acción y en las condiciones de victoria se le añade un generar aleatorio del terreno y una elevada cantidad de civilización tanto para jugar con ellas como contra ellas se podrá comprobar como no hay dos partidas iguales. No será lo mismo una partida en la que tengas que compartir la isla con un único vecino belicoso que una con un gran continente donde puedas buscar aliados y entablar rutas comerciales. Todo eso garantiza una vida duradera a este juego y horas y horas delante de la pantalla
Recursos A pesar de conservar la esencia desde el primer juego la saga Civilization ha ido añadiendo algunas cosas nuevas con cada versión. Los recursos que se añadieron en anteriores entregas siguen presentes, asà pues tendremos que tener caballos en nuestro territorio para poder tener unidades montadas a caballo, o gemas para beneficiarnos del lujo que provoquen en las ciudades. Salvo que se tenga mucha suerte habrá recursos que no estén en nuestro territorio y con los que tengamos que comerciar.

Al contrario que en muchos juegos estos recursos no se acumulan, basta con tener acceso a ellos. Pero su importancia es muy importante. No es raro ver iniciarse una guerra porque se ha negado el acceso al hierro a otra civilización. En general los recursos necesarios para las unidades militares son de importancia vital ya que otorgan unidades muy superiores a las que se pueden crear sin ellos.
Fronteras Todo este concepto de tener los recursos en tu territorio nos lleva directamente al concepto de fronteras que los delimitan. Pero el camino para ampliar las fronteras es variado. Por un lado se puede construir una ciudad fuera de ellas, en territorio neutral, lo que provocara un aumento de nuestro territorio. Pero al contrario que en las primeras ediciones esto es arriesgado. Las nuevas ciudades suelen ser débiles, por lo que será necesario desplazar un contingente militar para evitar que caigan en malas manos. Este método de expansión tiene la ventaja de que es rápido, pero requiere ejército (o suerte) y sólo sirve para crecer hacia zonas neutrales. Obviamente podemos conquistar ciudades enemigas, pero las ciudades enemigas se resistirán. E incluso una vez conquistadas tendrán revueltas hasta que sean asimiladas. Eso sin contar con que las guerras suelen debilitar la economÃa. Tarde o temprano lo más probable es que se llegue a este conflicto, pero si se decide esta vÃa conviene estar preparado. Y no olvidar que los enemigos a veces tienen aliados y te puedes ver metido en una guerra a varios frentes.
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