Por otro lado, seguirán estando los coleccionables, algunos visibles, otros más ocultos. Asà que si queremos hacernos con todos ellos habrá que estar atentos porque quizás rompamos una caja por el ansia de coger su contenido pero era importante para subirnos en ella y alcanzar otra zona. Cuando eliminamos enemigos, o de objetos que rompemos iremos consiguiendo cascos romanos, los cuales podremos intercambiar en una tienda de un vendedor ambulante y asà mejorar nuestras habilidades con nuevos combos o comprar salud (escudos de protección). Como extra, una vez completemos el juego en una de las tres dificultades iniciales desbloquearemos una nueva que antes no estaba, hardcore, la cual será un gran reto porque el ajuste en lÃneas generales no está muy bien hecho. Una última mención será a la cámara y algunos giros o puntos que nos están bien hecho, lo cual puede pasarnos factura con un mal salto o no ver venir algo hacia nosotros, es más, hasta será mejor recurrir al modo clásico para verlo mejor.
El cambio a nivel gráfico es muy visible, ya que todo el tÃtulo se ha nutrido de los tiempos actuales pero no ha sido suficiente. Los escenarios tiene algo más de realismo pero a la vez se aprecian que les falta "vida" en ellos. Con nuestros queridos protagonistas, al igual que con el resto de personajes, seguirán siendo más parecidos a su versión de cómic que de animación. Nos referimos a que las animaciones y expresiones son demasiado estáticas, transmitiendo poco al jugador. Al menos le han metido mucho colorido, ya que el original eran tonos más apagados. Esa viveza en la paleta de colores alegra nuestra andanza por las diferentes localizaciones. De hecho todo ello se puede comprobar a tiempo real ya que con solo pulsar un botón iremos intercambiando entre la versión original y la actual. En Nintendo Switch las cosas han salido peor paradas debido a que tiene problemas de estabilidad de frames y nitidez en las imágenes.