A efectos prácticos, lo que
esto significa es que se dejan de lado las misiones secundarias del
anterior título, en las que debíamos asumir (y perfeccionar) un reto
para mejorar nuestro equipo, cambiándose por misiones secundarias con
personalidad propia y marcadores en los que realizar determinadas
acciones, como un circuito aéreo a completar o pasar por un determinado
punto con un vehículo concreto a una velocidad mínima. Comprendo sin
problemas a la gente que le gustaba el método anterior, pero como
jugador que fue incapaz de hacer más de cuatro retos en condiciones y
que se acabó terminando el juego anterior con prácticamente el equipo
estándar, esta nueva manera de progresar y desbloquear habilidades y
poderes me resulta bastante más asequible y menos frustrante.
Un nuevo motor lleno de bugs
Entonces,
si bien la fórmula jugable de Just Cause ha recibido mejoras y cambios
que lo diferencian claramente de su predecesor, sólo queda un punto del
que hablar en el que encontraremos todos los puntos débiles del juego...
su motor gráfico. Cabe decir que la primera impresión que tuve del
juego fue bastante mala. Problemas de iluminación por doquier,
personajes a los que les desaparecía el pelo, o se volvían rubios de
repente, dientes de sierra por todos lados, cuelgues, cierres
inesperados del juego, desconexiones de los servidores de Square Enix
(de forma que perdías los records que hubieras hecho en el momento), un
popping exagerado, ralentizaciones y un control... Os lo juro. No
entiendo quién ha podido idear el control de este juego para ratón y
teclado. No entiendo porqué el menú se abre con el 1. Por qué se pasa de
categoría con el 2 y el 3. Por qué, después de tener un caso de éxito
tan claro como Just Cause 3, el juego, simplemente, ha querido cambiarlo
todo porque sí, tomando decisiones totalmente incomprensibles.
Pero
hace una semana salió un parche que ha mejorado mucho el asunto, tanto
en PC como en consolas. Muchos de los errores gráficos se han ido, ha
mejorado el rendimiento, y si bien el juego sigue sufriendo algún que
otro cierre, no es tan frecuente. Y, gracias a Dios, se ha habilitado la
opción de cambiar las asignaciones de teclas, de manera que se puede
jugar en condiciones con ratón y teclado, en lugar de única y
exclusivamente con un pad. Aunque lamentablemente, parece que el hecho
de que Just Cause 4 se vea más feo que Just Cause 3 no tiene solución.
No
sé qué ocurre últimamente, pero no sé por qué, los grandes juegos están
saliendo en un estado algo lamentable. Les falta tiempo de desarrollo,
testeo, o lo que sea. Pero, al menos, y a diferencia de otros grandes
nombres de esta temporada, Avalanche Studios está al pie del cañón
resolviendo en un tiempo record los problemas más graves del juego.
Sinceramente, no me extrañaría incluso que para cuando leáis esta
review, haya salido ya otro parche que arregle esos bugs no críticos
pero igualmente locos, como los aviones que despegan en vertical, o los
vehículos enemigos que salen de la nada. Ya podría aprender Bethesda, la
verdad...
 Conclusiones
Al final, en pocas palabras, el
caso de Just Cause 4 es algo particular. Por un lado, estamos hablando
de una secuela de uno de los sleepers de 2015, uno de los juegos de
mundo abierto más divertidos de los últimos años, al menos, si somos de
los que nos gusta hacer el cafre y jugar, en lugar de ver videos y
semipelículas sin parar. Y Just Cause 4 mantiene esa esencia,
enfocándola además hacia una experiencia más directa y entretenida, en
la que desbloquear nuevos artilugios con los que hacer aun más el cabra
no supone una pausa en el juego normal.
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