Para enfrentarnos a ellos, por lo general, si bien depende del
personaje, tendremos que hacer uso de nuestra arma de cuerpo a cuerpo
preferida. Usaremos florines, hachas, espadones a dos manos o cuchillas
para hacernos paso entre las hordas de enemigos, si bien la elfa y la
maga destacarán mucho más por sus ataques a distancia. La primera podrá
usar su letal arco, mientras que la segunda es capaz de inflamar
cualquier zona en menos de lo que canta un gallo. Ojo, esto no quiere
decir que el soldado, el enano o el cazabrujas no tengan armas a
distancia, pero sin lugar a dudas, tanto por potencia como por cantidad
de munición, no tienen nada que hacer contra las habilidades de estas
dos. También cada personaje cuenta con habilidades tanto activas como
pasivas únicas que nos otorgarán un plus muy a tener en cuenta en
nuestras matanzas por el Viejo Mundo.

Además de la importancia de
elegir a nuestro personaje, la otra gran diferencia de Vermintide con
el juego de Valve es su componente rolero, la persistencia de nuestros
propios personajes tras acabar cada nivel. Al acabar cada misión,
obtendremos cofres de tesoro (sÃ, se lo que pensáis... pero no, no
parece que se puedan comprar con dinero) que contendrán nuevas y
poderosas piezas de equipo para nosotros. Nuevas armas, armaduras,
accesorios o componentes cosméticos que nos irán haciendo cada vez más
fuertes, facilitándonos la existencia y permitiéndonos seleccionar
dificultades mayores. ¿Y qué hacer con esas armas que se queden antiguas
o queramos usar para nada? Pues reciclarlas. Cambiarlas por materiales
de mejora que podremos utilizar en nuestras armas preferidas, o mejorar
las que ya tenemos. Además, cada personaje guarda en la manga dos
secretos más en forma de profesiones que modificarán nuestras
habilidades tanto activas como pasivas. Ideal para jugar a nuestro gusto
sin hartarnos durante mucho tiempo.
Un tÃtulo de nueva generación
No
me hartaré de decirlo, las comparaciones del tÃtulo con Left 4 Dead son
inevitables. Pero precisamente por eso, el apartado técnico del tÃtulo
es una auténtica maravilla en comparación. Después de años acostumbrado a
jugar al mismo tipo de juego en un motor gráfico preparado para
funcionar en una Xbox 360, basta dedicar sólo una partida a Vermintide
II para quedarnos maravillados con las capacidades de su motor gráfico,
el Autodesk Stingray. Iluminación volumétrica, vegetación y follaje
densos, multitud de enemigos en pantalla total y completamente
detallados... el juego es simplemente increÃble.
El juego se
disfruta sobre todo a altas resoluciones gracias a sus potentes texturas
preparadas para 4K. Además, he de confesar que el rendimiento del juego
en mi equipo ha sido realmente bueno, pudiendo jugar a muchÃsimo más
que 60 frames por segundo con todas las opciones gráficas en extremo, lo
cual no es nada desdeñable si tenemos en cuenta que mi GTX 980 ya tiene
sus buenos cuatro añitos a la espalda.

A nivel musical el juego
no sobresale especialmente, si bien es de esperar. A fin de cuentas,
estamos ante un juego que está concebido para ser jugado en multijugador
con amigos, poniéndonos en situaciones de locura frente a cientos de
enemigos a la vez. En estas situaciones, sólo seremos capaces de
apreciar la música cuando tengamos un momento de respiro, lo cual no
será demasiado a menudo. Con respecto al idioma, el juego cuenta con
voces en inglés y subtÃtulos en castellano, y como ya sucedÃa en la
primera parte, lamentablemente, las escenas animadas brillan por la
ausencia de los mismos. Una pena que ojalá se arregle en un parche, pero
si sigue la misma estela que su precuela... yo tendrÃa poca esperanza
en ello.
|
|
|