Super Mario 64 DS

El desarrollo del juego es el típico de los juegos de plataformas 3D (al fin y al cabo el Mario 64 original es considerado el padre del género): Saltos, carreras, precisión y golpes, muchos golpes… Lo necesario para obtener lo que buscamos, las dichosas estrellas. De vez en cuando nos enfrentaremos a los súper-jefes, que no pueden faltar en estos juegos.

La dichosa cámara...
Los que hayan jugado el Mario 64 original recordarán que la principal queja de los usuarios era la posición de la cámara, en ocasiones errática y con tendencia a situarse en el peor sitio en el peor momento. Desafortunadamente el problema persiste después de todos estos años… Podrían haber aprovechado para arreglar el principal problema. Digo yo.

El sistema de Control
Una de las cosas que más nos temíamos de esta conversión es el sistema de control, que tan logrado estaba en la versión de Nintendo 64, donde el PAD direccional analógico hacía un trabajo impagable y preciso. La respuesta que obtuvimos tras unas cuantas horas de juego es doble. Me explico: se puede jugar con el botón direccional, que es digital, lo que complica bastante el control, al tener que usar los botones para correr, saltar, agacharse, etcétera, lo que lo complica sobre manera. También se puede usar la pantalla táctil con el lápiz, aunque al tener que usar la mano derecha (o la izquierda si eres zurdo) se complica la pulsación de botones. La solución que ha encontrado este modesto redactor es usar el dedo pulgar de la mano izquierda sobre la pantalla táctil. Cuesta acostumbrarse y tapas el mapa, pero es muy cómodo y funciona perfectamente.

Otra historia son los minijuegos que se han incluido en esta versión, pensados desde el principio para ser jugados con la pantalla táctil directamente. Al principio dispondremos de 8 de estos minijuegos, pudiendo desbloquear más a lo largo de la aventura. Los hay hiper adictivos como el que consiste en capturar bombas que caen de la pantalla y encerrarlas en las cajas correspondientes o otros de juntar cartas en las que el invitado es Luigi, una especie de "Donde está Wally" en la que jugamos con Yoshi, etcétera. Todos intentan mostrar a los jugadores (e intuimos que dar ideas a otros desarrolladores) de lo que está por venir.