Con un aspecto visual así, la parte sonora no podía ser menos.
El juego está íntegramente doblado al castellano y con voces de un gran
nivel, de hecho seguramente a más de uno de los personajes de todo el
elenco, incluido nuestro protagonista lo reconoceremos. El resto, tanto
soldados como enemigos expresarán los gritos de la batalla, las órdenes
de cuadrilla o las conversaciones entre ellos mismos en la lengua de
Cervantes.

Los efectos de sonido también tienen una alta
calidad, ya sea del sonido de los animales, el choque del hierro de
nuestros gladius y falcatas, o protegernos con el escudo, metálico o de
madera entre otros muchos detalles. Por último nos queda mencionar la
banda sonora, hay momentos en plena batalla en el Coliseo Romano que
esperamos escuchar a Hans Zimmer con “Gladiator” pero desgraciadamente
no es así. Salvo ese momento de subidón que nos hubiera gustado, todo lo
que envuelve nuestra travesía por tierras romanas nos lleva muy bien
acompasados, desde esos momentos de más tranquilidad mientras exploramos
una zona o la intensidad cuando decenas de enemigos se aproximan a
nosotros son algunos ejemplos.
La jugabilidad se pensaba que
sería uno de los puntos más fuertes de Ryse: Son of Rome, por desgracia
ha sido todo lo contrario y es aquí donde ha perdido esos puntos
vitales. El primer aspecto ha sido su linealidad, no supondrá ningún
reto a los jugadores el avanzar en la historia ya que habrá que
continuar por un camino todo el rato, como mucho tendremos leve
desviaciones pero que habrá que volver a la senda principal a la hora de
buscar los objetos y coleccionables escondidos por los capítulos. Un aspecto muy espectacular son las ejecuciones, las cuales podremos realizar tras haber previamente golpeado varias veces al enemigo, se le pondrá una calavera encima de la cabeza, pulsaremos el gatillo derecho y será un momento de QuickTimeEvent iluminándose éste de dos colores posibles correspondiente al color del botón que hay que pulsar. Si fallamos no sucederá nada, sólo que obtendremos menos puntos de bonificación por el combo.
Esto no es algo que llegue a dar mucha profundidad al tema de los combates. De hecho los movimientos serán limitados, con uno atacamos con el gladius, el arma que llevaremos todo el rato, con otro lo haremos con el escudo. Después está el botón de protegerse o contraatacar y por último está el esquivar rodando hacia la dirección que queramos. Además los enemigos no pondrán mucho por su parte ya que la variedad de estos no es muy elevada, hay bajo, medio, alto y jefe final, el lo que cambian son los diseños como bárbaros, pretorianos y algún otro, pero todos con la misma rutina. una vez sepamos la de uno, conoceremos la de todos. Mención también a la hora de poder usar lanzas o ballestas en momento puntuales, siempre estará el autoapuntado activado, así que nos quitará mérito ya que con aproximarse al enemigo sólo hay que dar en el momento adecuado para no fallar.

La dificultad no será un impedimento para los jugadores más inexperto.
Tendremos un total de cuatro niveles de dificultad, siendo Recluta y
Soldado los más sencillos. Si queremos tener un reto mayor podemos
escoger Centurión la cual ya exige un buen grado de destreza, pero si
realmente creemos que somos unos verdaderos "Hispanos" nuestro nivel
será Legendario. Los dos últimos recomendamos seleccionarlos cuando nos
hayamos familiarizado un poco más con el título, ya que los enemigos
serán mucho más letales y para vencerlos habrá que conocer sus rutinas
de ataque. Por último está su duración, mucho menos de lo esperado y es
que la historia principal entre 6-8 horas se puede acabar y el
multijugador puede terminar resultando ser repetitivo.
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