El joven Link volverá a empuñar la espada y a agarrar el escudo para protagonizar una nueva aventura portátil, esta vez completamente nueva.
El nombre de Link ha sido a lo largo de los años una absoluta garantÃa de calidad, eso es algo que nadie lo puede negar a estas alturas. Es un personaje que se ha forjado como pocos estando presente en nada más y nada menos que en cuatro generaciones de consolas. Por ahà hay un dicho muy conocido que dice algo asà como que segundas partes nunca fueron buenas. Si observamos meticulosamente podemos constatar que en parte tiene razón, pero también es verdad que hay excepciones. Hoy podemos asegurar que la saga Zelda es una de ellas.

A menudo se observa como juegos (o pelÃculas o libros, en estas cosas todos estos negocios van a la par) que han cosechado un gran éxito de crÃtica y público reciben secuelas claramente enfocadas a las ventas y no a la mejora del producto. Como saben que la primera parte vendió, tienen cierta garantÃa de éxito a pesar de que el producto no sea excesivamente bueno. Afortunadamente la saga Zelda ha quedado impoluta, al margen de esas prácticas, e incluso ha mejorado entrega tras entrega. Ya son muchos los juegos protagonizados por Link, muchas las consolas que ha visitado. Los más nostálgicos recordarán con una lagrimilla a punto de resbalar por sus mejillas la llegada del primer Legend of Zelda en los finales de la década de los ochenta. Aquella entrega diseñada por el maestro Shigeru Miyamoto para Nes (Nintendo Entertainment System o Famicom) fue uno de los albores del juego profundo. Tras el éxito de la primera parte llegó una segunda que si bien no fue tan buena como la primera ( para mucha gente es el peor Zelda) significó un cambio total de planteamiento que resultó cuanto menos interesante. A raÃz de esos dos lanzamientos han llegado hasta hoy todas las entregas de Zelda. A pesar de que a algunos les parezca raro, la saga Zelda no ha salido a lo largo de su vida sólo en consolas de Nintendo. El héroe protagonizó tres videojuegos en la tristemente olvidada y difunta consola de Phillips, la conocida como " CDI". Los juegos no fueron desarrollados por Nintendo- aspecto que se nota claramente al ver la calidad general de los juegos- sino por una filial de Phillips. Los juegos se bautizaron con los nombres de Zelda: Faces of Evil, Zelda: The Wand of Gamelon, y Zelda´s Adventure. Hay que decir que los dos primeros de la lista fueron como un manchote que mancillaron a la saga. Eran plataformas (al estilo Mario Bros) muy vacÃos, con sonido patético y una jugabilidad un tanto engorrosa. Sin embargo, Zelda´s Adventure experimentó un cambio significativo ya que retomaba el aspecto de anteriores Zeldas. En este tÃtulo se manejaba a Zelda y el que debÃa de ser rescatado era Link... vaya cambio de tuerca. El juego incluÃa excepcionales gráficos y además habÃa escenas pregrabadas con actores reales, algo que hoy en dÃa podrÃa resultar un tanto cutre. La saga Zelda no se contentó solo con los videojuegos, también hizo una visita a la pantalla pequeña en una serie de animación (al igual que otros personajes como Mario o Luigi) que yo la veÃa cuando era niño (no recuerdo si su calidad era digna o no, pero creo que Link no era rubio sino moreno). En cualquier caso el nombre de Link volvió a brillar con luz propia gracias a la entrega destinada a Super Nintendo, The Legend of Zelda: A Link to the Past. Muchos entendidos y jugadores consideran a este juego como la obra de arte de los videojuegos, un tÃtulo que revolucionó el mundo de las consolas. Esta marca era difÃcil de batir, pero Shigeru Miyamoto lo logró al crear el que probablemente ha sido la obra magna de su vida, el paso de Link a las tres dimensiones. Tras más de cinco años de arduo trabajo el desarrollador nipón lanzó a la venta la entrega de Nintendo 64, Legend of Zelda: Ocarina of Time. Sobran las palabras de elogio, ya las conocéis. Estas versiones que hemos descrito durante todo el artÃculo corresponden a los juegos para consolas de sobremesa, pero también existen juegos para portátiles. Para estas versiones Nintendo ha entablado a menudo un acuerdo de colaboración con Capcom, la empresa nipona conocida por joyas como Devil May Cry o la saga Resident Evil. La participación de Capcom comenzó con Legend of Zelda: Oracle of Seasons/Ages para Game Boy Color, y también se encargaron del remake de A Link to the past para Game Boy Advance. Ahora, Capcom vuelve a la carga con Eiji Aonuma (pertenece a Nintendo, es el desarrollador del Zelda: Majora´s Mask y las versiones de Zelda de Game Cube) a la cabeza. ¿El resultado? Una auténtica obra maestra. Quizá tenemos delante al mejor juego de la portátil de Nintendo, un videojuego que rebosa calidad por los cuatro costados.
Un argumento a la altura de la leyenda
"Hace muchos años... el mundo de los hombres estuvo a punto de sumergirse en tinieblas... Pero los Minish bajaron del cielo para ayudarles y le dieron la luz dorada y una espada a uno de sus héroes... Y el héroe venció a la oscuridad. Los hombres recuperaron la paz y guardaron la espada como un tesoro."
La historia de Link comienza plácidamente, sin altercados. El joven se encuentra durmiendo en su cama. Es la llegada de la princesa Zelda lo que le despierta de su soporÃfero sueño. Su abuelo, un conocido herrero se encarga de despertarle y le encomienda la tarea de llevar la espada que ha forjado ante los responsables de un torneo de artes marciales. Este torneo no es un mero campeonato de bajo rango, es un campeonato que se celebra en Hyrule con el objetivo de saber quién es el guerrero más fuerte para proteger el sello que encierra el poder del mal dentro de un baúl. La responsabilidad es grande y la tarea ardua, asà que Link y Zelda se disponen a ver la final del torneo. Es un joven y misterioso guerrero el que se hace con la victoria, un tal Vaati. (en principio no parece tener nada que ver con el Vaati del Four Swords Adventures). Lo que ocurre después sorprende a todos los espectadores del torneo, el joven misterioso destroza la espada sagrada y rompe el sello liberando el mal encerrado durante milenios. La princesa Zelda se ve afectada y se transforma en estatua. A partir de ese momento Link toma el papel de héroe y comienza un viaje épico a través de los mundos de Hyrule con el objetivo de salvar a la princesa, buscar a los extraños Minish (son unos seres extremadamente pequeños que en el pasado convivÃan junto con los humanos) para arreglar la espada cerrada y por último derrotar al mal y volver a encerrar su corrompido poder.
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